La reforma urbanística de Catalina II es la estandarización del desarrollo de las ciudades rusas en el espíritu del clasicismo , una de las manifestaciones de la Ilustración rusa .
Poco después de acceder al trono, el 25 de julio ( 5 de agosto ) de 1763 , la emperatriz Catalina II promulgó un Decreto “Sobre la elaboración de planos especiales para todas las ciudades, sus edificios y calles, especialmente para cada provincia” y encomendó su ejecución a arquitectos incluidos en la "Comisión para las ciudades del dispositivo", encabezada por un destacado estadista I. I. Betsky . El trabajo de la " Comisión para la organización de las ciudades de San Petersburgo y Moscú " creada el 11 de diciembre de 1762 también estuvo dirigido a otras ciudades del Imperio Ruso.
La reforma tenía como objetivo reemplazar el sistema de planificación urbana "aleatorio", que es extremadamente peligroso en términos de incendios, por un sistema de planificación "razonable" en el contexto del desarrollo de la industria y el comercio. Edificios pintorescos, siguiendo suavemente las formas del relieve , tuvieron que dar paso a edificios "ejemplares" en amplias calles rectas y plazas.
Quizás el impulso de la reforma fue el incendio de Tver en mayo de 1763. En la década de 1770, la serie Tver con proyectos para ocho casas y tiendas se envió a ejecutar en doscientas ciudades; Tver también se convirtió en la primera ciudad rusa con un diseño clásico de tres vigas . El diseño del abanico de Kostroma dio lugar a una conocida leyenda de que, mientras navegaba por el Volga , la emperatriz supuestamente arrojó su abanico en el mapa y ordenó "¡Sea por esto!"
Durante los 34 años de su existencia, la Comisión elaboró planes maestros que preveían la sustitución del libre planeamiento original por una edificación de tipo regular - 416 ciudades de las 497 que existían en 1787. Los planos de la ciudad se desarrollaron sobre la base de proyectos ejemplares, se utilizaron con especial frecuencia dibujos de los álbumes del arquitecto Geste . En 2010, el centro histórico de Yaroslavl fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad como ejemplo destacado de las transformaciones urbanas de la Ilustración.