Epitrop ( griego ἐπίτροπος) - en la ley greco-bizantina, el administrador de la propiedad de varias instituciones eclesiásticas, principalmente iglesias y monasterios, organizado por ktitores y administrado de acuerdo con el típico .
El deber principal del epítropo era cumplir la voluntad del ktitor, expresada en el típico. Epitrop no tenía derecho no solo a cancelar o cambiar, sino incluso a hacer adiciones al típico. Epitrope debía mantener las instituciones según la voluntad del ktitor, con los fondos dejados por este último, pero no estaba obligado a gastar sus propios fondos en el mantenimiento de iglesias o un monasterio. Mantenerlos a sus expensas daba al epítropo derechos de ktitor, es decir, por los bienes que recibía del ex ktitor respondía como epítropo, pero en relación a las mejoras hechas a su costa era ktitor, y en caso de cambio durante su vida, tenía derecho a volver a su favor las mejoras que hiciese. Una mala gestión, que supuso un claro deterioro de la situación de los bienes eclesiásticos y, principalmente, su indebida enajenación, podría provocar un cambio de epítropos. La supervisión de los epítropos se encomendó a obispos, metropolitanos y patriarca, pero no se organizó adecuadamente. No hubo informes, y con tal falta de rendición de cuentas, era difícil para una institución superior estar seguro de si el epítropo se estaba manejando bien o mal. El único medio de control era la acción conditio ex lege: al advertir la administración sin escrúpulos por parte de los epítropos, cualquier ciudadano podía presentar una denuncia contra él ante el obispo. Luego, el caso se llevó a cabo en el orden habitual del proceso de la iglesia y terminó con la justificación de los epítropos, o con la orden de quitarle la institución que le había sido confiada y transferirla a una nueva persona nombrada por el obispo. Los mismos derechos y deberes que pertenecían a los antiguos epítropos se transfirieron al nuevo mayordomo, de lo que poco se benefició el asunto, ya que la ley no le dio al obispo la oportunidad de aumentarlos o disminuirlos y así protegerlo contra nuevos abusos.