El uso de los recursos humanos es una parte integral de la práctica de la gestión de personal.
Recursos humanos = número de personas ( recursos humanos ) + potencial humano ( competencias , experiencia, inteligencia, capacidad de mejora y desarrollo continuo)
El uso de recursos humanos puede ocurrir bajo varias condiciones:
La tarea de la dirección de una empresa o proyecto cuando utiliza recursos humanos es:
Para ello, la organización crea una base de datos de competencias de los trabajadores a tiempo completo y autónomos. Estos datos se utilizan para asignar y optimizar el uso de los recursos humanos en los proyectos.
Cambios importantes en las economías de los países occidentales desarrollados asociados con la transición a una sociedad postindustrial comenzaron a manifestarse de manera especialmente clara en el último cuarto del siglo XX.
El estado actual del entorno externo de la empresa se puede caracterizar como hipercompetencia, que está adquiriendo proporciones globales. Esto requiere flexibilidad por parte de la empresa: la capacidad de cambiar rápidamente de un producto o proceso a otro, y en poco tiempo reducir o aumentar la producción. El propio concepto de empresa está cambiando. Si tradicionalmente se consideraba que su función principal era la producción de bienes, ahora es la producción de conocimientos, saber hacer y el desarrollo de nuevas tecnologías. Las empresas se esfuerzan por maximizar la gama completa de habilidades de sus empleados.
La actividad innovadora ya no es prerrogativa de los individuos o de una unidad especial. Abarca todos los niveles y departamentos de la empresa. Como resultado, la idea de categorías científicas ya establecidas está cambiando. En una sociedad industrial, el capital como un "valor que aumenta por sí mismo" se entendía principalmente como recursos financieros que se invierten en la producción y, como resultado, generan ingresos adicionales. Hoy, cada vez más se habla de "capital humano", un empleado hoy no es un simple ejecutante, sino un recurso estratégico de una empresa, la base de su competitividad.
Los principales cambios en la organización del trabajo en una empresa moderna están dictados por la necesidad de tener en cuenta los aspectos externos e internos de la actividad, no solo las prioridades de los consumidores, sino también las necesidades y la dignidad de los empleados. La empresa en sí misma ya no puede reemplazar fácilmente a un empleado por otro, porque son las habilidades individuales de los individuos que la componen las que son la clave para la supervivencia de la empresa y el éxito en el mercado. El resultado de esto es la creciente dependencia de la empresa de su personal. No es casualidad que en los últimos años haya surgido una nueva área de servicios comerciales: la "caza de cabezas", asociada con la atracción de altos directivos y especialistas altamente calificados para la empresa del cliente.
Un especialista altamente calificado busca cooperar con la empresa, vendiendo a los propietarios de la empresa no tanto su capacidad de trabajo como los resultados específicos de la actividad intelectual.
Hoy, junto con el término tradicional "eficiencia económica", se utiliza cada vez más el concepto de "eficiencia social". La eficiencia económica significa la implementación por parte del personal de los objetivos de la organización (productividad laboral, rentabilidad, alta flexibilidad y adaptabilidad a un entorno en constante cambio, etc.) mediante el uso económico de recursos limitados. La eficiencia social se manifiesta en el grado de consecución de los objetivos individuales de los empleados y caracteriza la satisfacción de las expectativas, deseos, necesidades e intereses de los empleados (remuneración y contenido del trabajo, posibilidad de autorrealización personal, satisfacción con la comunicación en equipo , etc.).