Un elevador o ionolet es un modelo de vuelo ligero que utiliza el efecto Biefeld-Brown para crear sustentación. Por lo general, el diseño consta de un marco liviano hecho de balsa o espuma plástica, un alambre de metal delgado que ioniza las moléculas del aire circundante y un segundo electrodo ancho, que es una superficie equipotencial, por ejemplo, una lámina de metal delgada. Son posibles varias opciones de diseño, las opciones más comunes tienen la forma de un triángulo equilátero o un hexágono de seis de estos triángulos.
Al estar conectado a una fuente de alto voltaje, el modelo puede volar bajo ciertas condiciones.
Se cree empíricamente que el voltaje al que se logra la mayor eficiencia de empuje es de 1 kV por cada milímetro del espacio de aire entre los electrodos. La fuerza actúa en la dirección del electrodo delgado, independientemente de la polaridad del voltaje aplicado; al aplicar diferentes polaridades, algunos experimentadores notan una diferencia en la fuerza de empuje; al inicio de la ruptura eléctrica y la aparición de descargas en el cable, el levantamiento la fuerza desaparece.