La objetividad científica es un concepto que caracteriza las afirmaciones, métodos y resultados científicos. El significado principal de este concepto es la idea de que estas afirmaciones, métodos y resultados no están influenciados, o al menos no deberían estarlo, por intereses personales y grupales, nociones preconcebidas, puntos de vista de valores y otros factores subjetivos. La objetividad se ve a menudo como un ideal para la investigación científica y también como una base para dar al conocimiento científico un estatus especial en la sociedad moderna. La objetividad científica es objeto de una amplia discusión en la filosofía de la ciencia , donde es vista desde diferentes puntos de vista y suele ser criticada por muchos autores que cuestionan tanto su valor como su viabilidad.[1] .
En la ciencia moderna, muchos investigadores consideran la objetividad como una alternativa al concepto de verdad objetiva. De acuerdo con este enfoque, el conocimiento científico se diferencia de otros tipos de conocimiento no en que refleja la verdad objetiva, sino en que se basa en el uso de la metodología científica [2] .
En la actualidad, no existe acuerdo en la comunidad académica sobre qué es la objetividad científica, ni sobre cómo se puede lograr. Durante las últimas décadas, se han planteado muchas preguntas en los debates públicos sobre este problema. Una de esas preguntas es: ¿Son creíbles las investigaciones médicas financiadas por las compañías farmacéuticas? Otra pregunta relevante es: ¿qué investigación en climatología cumple con los criterios de objetividad científica? En el contexto de estas discusiones, el problema de la objetividad científica se ha vuelto muy importante en la historia de la ciencia, la filosofía de la ciencia, así como en los estudios sociales de la ciencia y la tecnología (STS) [3] .
Los investigadores identifican dos temas principales a este respecto:
El primer tema se discute activamente debido a que los filósofos de la ciencia, influenciados por el trabajo de Thomas Kuhn y sus seguidores, la sociología del conocimiento científico y la crítica feminista de la ciencia, han mostrado el fracaso del ideal de la ciencia libre de valores. que se consideraba generalmente aceptado en el siglo XX antes de la aparición de la obra de Thomas Kuhn. Los seguidores de la STS respondieron presentando la tesis de que la objetividad científica se logra a través de la competencia entre una multitud de teorías científicas que están sujetas a críticas. Según este argumento, si bien ninguno de los creadores de teorías científicas está libre de la influencia de sus puntos de vista personales y del entorno social, la comunidad científica en su conjunto, como resultado de la interacción entre sus muchos miembros, supera esta influencia y asegura objetividad científica.
El segundo tema está relacionado con la consideración de la objetividad en el aspecto histórico. La epistemología histórica, en lugar de aceptar los conceptos científicos más importantes (como experiencia y realidad) como datos inmutables, analiza cómo cambia el contenido de estos conceptos en diferentes períodos de tiempo [4] [5] .