La parascariasis es una enfermedad infecciosa crónica de caballos y burros, que es causada por gusanos parásitos de la familia Ascaridae de la familia Ascaridae y se caracteriza por trastornos de los sistemas digestivo y respiratorio [1] .
El parásito es un geohelminto.
Los huevos se desprenden del animal infectado en las heces y maduran en el suelo.
La infección se produce por la ingestión de huevos maduros con alimentos o agua [2] . Gracias a las membranas protectoras, los helmintos atraviesan el jugo gástrico y entran ilesos al duodeno. Aquí, las larvas emergen del huevo, las cuales lesionan la mucosa intestinal y entran al torrente sanguíneo. Con el flujo de sangre, pasan por el hígado y el ventrículo derecho del corazón hasta llegar a los pulmones.
Usando oxígeno , las larvas se convierten en un individuo sexualmente maduro en 2-3 meses.
Después de eso, el parásito irrita mecánicamente las terminaciones nerviosas, provoca tos y sube a la garganta. Aquí se traga en el tracto gastrointestinal y se devuelve al intestino. Aquí el helminto parasita durante varios años más, reproduciéndose y alimentándose del alimento del huésped [1] .
Diagnóstico: Los signos clínicos característicos de la parascaridosis no fundamentan el diagnóstico de esta enfermedad, ya que no son lo suficientemente específicos. Para determinar con precisión la enfermedad, se necesitan estudios helmintos especiales. Para este propósito, se puede utilizar la helmintoscopia [3] .