Joaquín Primo de Rivera y Pérez de Acal | |
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español Joaquín Primo de Rivera y Pérez de Acal | |
Gobernador de Guinea Española | |
14 de noviembre de 1778 - 30 de diciembre de 1781 [1] | |
Predecesor | Felipe de los Santos Toro y Freyre |
Sucesor | William Fitzwilliam Owen |
Nacimiento |
23 de julio de 1734 Veracruz , Nueva España |
Muerte |
23 de octubre de 1800 (66 años) Maracaibo , Venezuela |
Nombrar al nacer | español Joaquín Primo de Rivera y Pérez de Acal |
Padre | Pedro Patricio Primo de Rivera y Orrutinel |
Madre | Juana Catalina Pérez de Acal |
Esposa | Antonia Eulalia Ortiz de Pinedo y Muñoz |
Niños | Joaquín Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo [d] , Antonio Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo [d] y José Primo de Rivera [d] |
Rango | general y cadete |
Joaquín Primo de Rivera y Pérez de Acal ( español : Joaquín Primo de Rivera y Pérez de Acal ; nacido el 23 de julio de 1734 - 23 de octubre de 1800 ) fue el gobernador de Guinea española desde 1778 hasta 1781.
Su carrera militar comenzó en 1751 a la edad de 16 años como cadete en el batallón fijo de la Corona en la Plaza de Veracruz. Desde allí pidió permiso para trasladarse a España para continuar su servicio real. Se casó en Algeciras el 28 de septiembre de 1773 con Antonia Eulalia Ortiz de Pinedo y Muñoz, natural de Algeciras. Sirvió durante más de 41 años en diversos ejércitos y milicias en México, Andalucía, Ceuta, Canarias, Panamá, Buenos Aires, Guinea, Brasil y finalmente Maracaibo. Además de su participación en el batallón permanente de la Corona de Veracruz, en el Real Cuerpo de Artillería, y como comandante en jefe en los nuevos establecimientos en la costa de la Guinea Española [2] , de la que tomó posesión en 1778 , el uniforme los colocó bajo la jurisdicción del nuevo Virreinato de Río de la Pay.
Llegó a Maracaibo en 1786 con el grado de coronel para hacerse cargo de la administración política y militar de la provincia por real cédula. Según testimonio del Ayuntamiento de Maracaibo, asumió el cargo en 1787. Fue un militar con cualidades especiales para desempeñar funciones administrativas, de hecho, la corona española reconoció su eficacia en cada uno de los premios de los que fue objeto. En honor a sus méritos y méritos con la Real Orden, el 24 de marzo de 1791, el Rey le concedió la Real Gracia del título de I Marqués de Bahamar. Asimismo, el cabildo de Maracaibo en 1792 le otorgó un reconocimiento público, destacando su lealtad y fidelidad.