El calentamiento eléctrico del hormigón se utiliza cuando se hormigonan estructuras con una temperatura exterior media diaria esperada inferior a 5 °C y una temperatura diaria mínima inferior a 0 °C de acuerdo con SNiP 3.03.01-87 "Estructuras de soporte y cerramiento". El propósito del calentamiento eléctrico del hormigón es evitar la congelación del hormigón recién colocado, lo que va acompañado de la formación de películas de hielo alrededor del refuerzo y los granos de árido. El calentamiento eléctrico del concreto se lleva a cabo de dos formas principales: electrodo y bucles de calentamiento PNSV.
El calentamiento por electrodos del hormigón consiste en el hecho de que el calor se libera directamente en el hormigón cuando pasa una corriente eléctrica a través de él (el principio de una caldera militar). El calentamiento eléctrico de esta manera se lleva a cabo principalmente para paredes, con menos frecuencia para techos pequeños (donde no es posible colocar un circuito de calefacción debido a un área pequeña). También se utiliza para precalentar el hormigón antes de verterlo en el encofrado. [una]
Desventajas: alta corriente [2] (requiere una gran potencia eléctrica en el sitio de construcción, de 1000 kW para 3-5 m³ de mezcla de concreto), cuando el concreto se seca, se detiene su calentamiento, se requiere un aumento de voltaje para mantener la temperatura del concreto
Ventajas: rápido calentamiento de la mezcla, fiabilidad y facilidad de instalación.
El calentamiento con bucles de calefacción (el principio de limitación de corriente en el cable) se lleva a cabo principalmente para techos, con menos frecuencia para paredes (donde se requiere reducir significativamente el consumo de energía para calentar la estructura). La alimentación de los elementos calefactores (bucles y electrodos) se realiza a través de un transformador reductor, que cuenta con varias etapas de baja tensión, lo que permite controlar la potencia térmica liberada por los hilos calefactores cuando cambia la temperatura exterior. [una]
Desventajas: la posibilidad de dañar el aislamiento (5-10%) durante el hormigonado, la complejidad del cálculo y la instalación.
Ventajas: mantenimiento de la temperatura independientemente del secado del hormigón, menor consumo de corriente que con calentamiento por electrodo para el mismo volumen.
Las mantas termoeléctricas calientan los cimientos, techos y otras estructuras de hormigón. Los termomats tienen un bajo consumo de energía, y su operación no requiere equipo especial (transformador reductor), pueden trabajar fuera de línea de una red convencional. Dentro de cada termoelectromat hay una película infrarroja, cuando una corriente eléctrica la atraviesa, comienzan a emitirse rayos infrarrojos (calor infrarrojo).
El calentamiento eléctrico del hormigón también se puede realizar de las siguientes formas: [1]