Batalla de Acajutla

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Batalla de Acajutla
Conflicto principal: Colonización española de las Américas
la fecha 8 de junio de 1524
Lugar akahutla
Salir victoria del conquistador
oponentes

conquistadores

pipilí

Comandantes

Pedro de Alvarado

desconocido

Fuerzas laterales

250 conquistadores
5000-6000 indios

20000-25000

La Batalla de Acajutla  es una batalla librada el 8 de julio de 1524 entre los conquistadores españoles bajo el mando de Pedro de Alvarado y los indios Pipili en la región de Acajutla .

Antecedentes

Hernán Cortés , después de tomar Tenochtitlan , la capital del Imperio Azteca , ordenó a Pedro de Alvarado que conquistara territorios más al sur con 120 jinetes, 300 soldados de infantería y varios cientos de indios de Cholula y Tlaxcala . Después de conquistar las ciudades-estado de alta montaña de los mayas de la Guatemala moderna , los españoles llegaron al territorio de los indios pipili con la ciudad de Cuscatlán . Los Kaqchikels , que por mucho tiempo habían estado en guerra con Cuzcatlán por el control de una región rica en producción de cacao , se aliaron con las unidades de Alvarado y apoyaron su campaña contra sus enemigos. Acompañado por varios miles de guerreros kaqchikeles, Alvarado se trasladó a Cuscatlán. El 6 de junio de 1524 acampó en el moderno territorio de El Salvador , a orillas del río Paz . Al recibir noticias de la aproximación de las fuerzas españolas, los campesinos pipili que vivían en las inmediaciones del territorio huyeron.

El curso de la batalla

El 8 de junio de 1524 los conquistadores llegaron a las inmediaciones de Akahutla, en un pueblo llamado Akaksual. Allí, según los registros, se produjo una batalla entre fuerzas opuestas. Los pipili vestían armaduras de algodón ("tres dedos de espesor" según Alvarado) y estaban armados con largas lanzas. Esta circunstancia será decisiva en la batalla. Alvarado ordenó bombardear la línea de defensa Pipili con arcos y ballestas, pero los indígenas no retrocedieron. El conquistador vio una colina cercana y supo que podría ser un sitio conveniente para una emboscada. Alvarado fingió que su ejército se negaba a luchar y se retiró. El Pipili de repente se abalanzó sobre los españoles, exponiendo su línea de defensa. Esto le dio a Alvarado la oportunidad de infligir bajas masivas a los indios. Los pipili caían al suelo y no podían ponerse de pie por el gran peso de sus armaduras de algodón, lo que permitía a los españoles rematar a los caídos.

Según Alvarado: "... las pérdidas fueron tan grandes que en poco tiempo no quedó ni un solo sobreviviente...". Sin embargo, el ejército de Alvarado no estuvo exento de bajas. En la batalla, el propio Alvarado fue herido de un cabestrillo en el muslo, y recibió una fractura de fémur. Según las leyendas locales, la piedra fue arrojada por el tatoni (príncipe) Atonal. A pesar de estar gravemente herido, continuó su campaña de conquista.