La enfermedad de Grisel ( tortícolis de Grisel) es una espondiloartritis de la región cervical superior. La enfermedad no está asociada con trauma o enfermedad ósea. Ocurre con mayor frecuencia en niños en el contexto de procesos inflamatorios en la faringe o la nasofaringe. La inflamación se propaga a los ganglios linfáticos faríngeos y luego a los músculos paravertebrales unidos al cráneo y la primera vértebra cervical, que participan en el movimiento de rotación alrededor de la apófisis odontoides de la segunda vértebra cervical. En este caso, los músculos paravertebrales reaccionan con un acortamiento persistente, dando lugar a una subluxación de la primera vértebra cervical y tortícolis. Quizás, en la aparición de la tortícolis, sea importante la debilidad del aparato ligamentoso del cuello, que permite el desplazamiento del atlas.
La literatura describe casos de aparición de la enfermedad de Grisel después de nasofaringitis, absceso de amígdalas, otitis media. Además, este síndrome se puede observar después de numerosos procedimientos otorrinolaringológicos, como la adenoamigdalectomía y la mastoidectomía.
La enfermedad comienza con un aumento de la temperatura corporal, síntomas de toxicosis y la aparición de tortícolis, en la que la cabeza del paciente de un lado se inclina hacia el hombro, mientras gira en la otra dirección. En algunos casos, hay una inclinación dolorosa de la cabeza hacia adelante. En casos raros, la enfermedad ocurre repentinamente, cuando en la mañana el paciente nota una posición inusual de la cabeza, acompañada de dolor. Posibles mareos, dolor de cabeza, visión borrosa (visión doble), fotofobia.
El diagnóstico diferencial debe excluir una infección meníngea, un tumor cerebral e incluso un cuerpo extraño en el esófago. La radiografía y la tomografía computarizada de la columna cervical pueden confirmar el diagnóstico.