La biopsia por punción y aspiración con aguja fina (PAAF) es un método para diagnosticar neoplasias nodulares ubicadas relativamente cerca de la superficie corporal [1] .
La esencia del procedimiento: con una aguja desechable delgada colocada en una jeringa desechable, bajo control de ultrasonido , se realiza una punción (inyección) a través de la piel en el nódulo de la glándula y se aspira (succiona) el contenido del nódulo. La mayoría de las veces, se realizan 3-4 inyecciones en diferentes partes del nódulo para obtener una cantidad suficiente de material biológico. A continuación, el contenido del nodo se aplica a portaobjetos de vidrio. Se realiza una valoración preliminar del material obtenido, si esta última no es suficiente, se realiza inmediatamente un segundo muestreo. A veces, el número de pinchazos puede llegar a 5-6.
Por lo general, el muestreo de un material no toma más de 1 minuto y es bien tolerado por los pacientes.
Los vasos obtenidos se tiñen según una técnica especial y un citólogo los examina al microscopio. La respuesta exacta del citólogo es posible en un 91,3%. En el caso de que el material obtenido no contenga un número suficiente de células para hacer un diagnóstico, el material se define como no informativo y se recomienda al paciente repetir el examen después de 1-3 meses. El material no informativo se encuentra en 2-5% de TAPB.
El resultado del estudio se emite por escrito en 4-6 días [2]
El uso de TABP está indicado en los siguientes casos:
En los casos en que el tumor es superficial, la punción la realizan cirujanos o un citólogo. De localización profunda, este procedimiento lo realiza un radiólogo bajo control ecográfico.
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