Efecto salvinia

El efecto Salvinia describe la estabilización permanente de una capa de aire sobre una superficie estructurada jerárquicamente sumergida en agua. Basado en modelos biológicos (por ejemplo, helechos flotantes Salvinia, backswimmer Notonecta), las superficies biomiméticas de Salvinia se utilizan como revestimientos para reducir la resistencia (reducción de hasta un 30 % medida previamente en los primeros prototipos); cuando se aplica al casco de una embarcación, el revestimiento permitirá que la embarcación flote sobre una capa de aire, lo que ayudará a reducir el consumo de energía y las emisiones. Tales superficies requieren una superficie superhidrofóbica extremadamente repelente al agua y una estructura peluda resistente en el rango milimétrico para atrapar el aire cuando se sumergen. El efecto Salvinia fue descubierto por el biólogo y botánico Wilhelm Barthlott (Universidad de Bonn) y sus colegas y ha sido investigado en varias plantas y animales desde 2002. Se publicaron publicaciones y patentes entre 2006 y 2016. Los mejores modelos biológicos son los helechos flotantes (Salvinia) con superficies peludas estructuradas jerárquicamente muy complejas, y los nadadores traseros (por ejemplo, Notonecta) con una estructura doble compleja de pelos (setas) y microvellosidades (microtrichia). Tres de cada diez especies conocidas de Salvinia exhiben una heterogeneidad química paradójica: las puntas de los cabellos hidrofílicos, además de la superficie superhidrofóbica de la planta, estabilizan aún más la capa de aire.