Catalina Bon Brenzoni | |
---|---|
Catalina Bon Brenzoni | |
Nombrar al nacer | Caterina Bon |
Fecha de nacimiento | 28 de octubre de 1813 [1] |
Lugar de nacimiento | |
Fecha de muerte | octubre de 1856 |
Un lugar de muerte | |
Ocupación | poetisa |
Género | poesía |
Idioma de las obras | italiano |
Archivos multimedia en Wikimedia Commons |
Caterina Bon Brenzoni ( en italiano: Caterina Bon Brenzoni ; 28 de octubre de 1813 , Verona - 1 de octubre de 1856 , ibíd.) fue una escritora y poetisa italiana.
Nacido en Verona, entonces bajo el dominio de Napoleón, en la familia del conde Alberto Bona y la marquesa Marianna Spolverini. Cuando murió su padre, Katerina tenía solo tres años, y pronto su madre, que se distinguía por su carácter estricto y difícil, la envió a estudiar a un monasterio. Al regresar del convento, Catalina, que había mostrado desde muy temprana edad una considerable aptitud para la literatura, fue confiada al cuidado del sacerdote Angelo Bianchi. A los dieciocho años se casó con el conde Paolo Brenzoni, que pertenecía a una familia noble y era aficionado al arte. Luego de la boda en la iglesia de Santa Eufemia, la joven pareja se mudó a vivir a una mansión en el centro histórico de la ciudad.
El 31 de marzo de 1833, la pareja tuvo un hijo, Giuseppe, que murió al día siguiente; Cesare Betteloni le dedicó una oda. En 1834 tuvieron otro hijo, Alberto, que vivió sólo dos años. Estos tristes hechos repercutieron negativamente en el estado de ánimo de la Condesa, que era tímida por naturaleza y propensa a la melancolía.
El dolor que la acosaba en aquellos años no impidió que Katerina convirtiera su casa en un prestigioso salón literario, lugar de encuentro de representantes de la intelectualidad y la nobleza de Verona. Gracias a la dote y al trabajo de su marido, que se dedicaba al arte, Katerina pudo dedicarse por completo a la literatura y la poesía, las principales pasiones de su vida. Su círculo incluía figuras tan prominentes de la segunda mitad del siglo XIX como Giuseppe Zamboni , el Conde Paolo Pérez, Carlo Cesare Giuliari y Betteloni. Los amigos de la condesa eran las personalidades más significativas de la aristocracia urbana. En 1845, su marido, al regresar de un largo viaje, descubrió que estaba gravemente enferma. Katerina fue sometida a un tratamiento intensivo y frecuente.
En 1856 murió en su ciudad natal. Su esposo arregló la publicación de los escritos de su esposa.