Watzmann (pintura)

Gaspar David Friedrich
Watzmann . 1824 - 1825
El Watzmann
Lienzo, óleo. 133×170cm
Antigua Galería Nacional , Berlín
( Inv. FV 317 )
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"Watzmann" ( en alemán:  Der Watzmann ) es un cuadro pintado por el artista alemán Caspar David Friedrich entre 1824 y 1825 . La obra es un paisaje del monte Watzmann , situado en Baviera . La pintura es una obra romántica [1] .

Actualmente, el paisaje se encuentra en la Antigua Galería Nacional ( alemán:  Alte Nationalgalerie ), ubicada en la Isla de los Museos en Berlín [1] .

Historia de la creación y descripción

El paisaje se basó en un boceto de la naturaleza, escrito por el alumno de Friedrich, August Heinrich, durante un viaje al monte Watzmann, que realizó poco antes de su muerte en 1822. Sin embargo, al comparar la pintura de Friedrich con un boceto, se puede ver que el maestro esquematizó la composición utilizando generalizaciones geométricas y aumentó significativamente el tamaño de la montaña. El segundo pico capturado aquí es el monte Erdberkopf en el Harz , un boceto que el propio Friedrich hizo de la naturaleza en 1811.

El simbolismo de la pintura

En el proceso de trabajar en pinturas, Friedrich a menudo se refiere a bocetos realizados anteriormente, así como a su propia imaginación como artista. Este enfoque explica por qué a veces se encuentran en sus paisajes elementos y formas de la naturaleza, que nunca han estado en la realidad, que vemos en la pintura de Watzmann. Detrás de las rocas en primer plano hay valles cubiertos de una rica vegetación: el paisaje no es real, pero aquí no hay un error del artista, sino todo lo contrario: la composición de la imagen está claramente construida. El sistema de diagonales ascendentes, definido por las laderas de las montañas, permite al espectador realizar un "ascenso": desde las flores y los árboles que viven y mueren, hasta los picos nevados de las montañas, que simbolizan la eternidad. El juego de claroscuro en primer plano es una encarnación alegórica de la vanidad mundana, las grietas y los acantilados son intrigas y peligros en el camino de la vida, y el abeto en el centro es un símbolo de la fe eterna. A medida que los planes se alternan de cerca a lejos, la atención del espectador se concentra cada vez más en el punto más alto: el pináculo de la paz y la espiritualidad. La pintura de Watzmann demuestra una vez más que los paisajes de Friedrich no son solo un reflejo de la naturaleza basado en su reproducción exacta, sino una creación original que revela el mundo interior del artista.

Notas

  1. 1 2 Watzmann en kunstkopie.de Archivado el 26 de diciembre de 2009 en Wayback Machine  (alemán)