Deléitese en Dios Sólo amo la
tierra - ella es la criatura de mi Hacedor,
Ella es mi madre porque ella me dio a luz.
Ella es mi tierna enfermera - ella me da comida.
Pero, ¿qué es una criatura, Señor, comparada contigo?
¿O qué es mi madre o mi niñera para mí?
Amo el aire: sus dulces dulces refrescan
mi alma caída y me invitan a nuevos dulces.
Pero ¿qué es el aire o todas las dulzuras con las que Ella
puede bendecir mi alma, en comparación contigo?
Amo el mar - ella es mi prójimo,
Mi cuidadosa proveedora - ella me provee de provisiones.
Ella me rodea, hace que mi dieta sea más rica,
trae mi tesoro desde una costa extranjera.
Pero, Señor de los océanos, comparado contigo,
¿qué es el océano o su riqueza para mí?
A la ciudad alta del cielo dirijo mi viaje,
Cuyos suburbios de lentejuelas entretienen mi ojo.
Mi ojo, por el gran abogado de la contemplación,
Trasciende el pavimento de cristal del cielo.
Pero, ¿qué es el cielo, gran Dios, comparado contigo?
Sin Tu presencia, el cielo no es cielo para mí.
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Sin Tu presencia, la tierra no da reflejo.
Sin Tu presencia, el mar no ofrece ningún tesoro.
Sin Tu presencia, el aire es una pestilente infección.
Sin Tu presencia, el cielo en sí mismo no es placer.
Si no lo poseo, si no lo disfruto en Ti,
¿Qué es para mí la tierra, el mar, el aire o el cielo?
Sin Tu presencia, la riqueza son bolsas de preocupaciones,
Sabiduría, pero la locura, la alegría, la inquietud, la tristeza.
La amistad es traición y los placeres son trampas, los
placeres, pero el dolor y la alegría, son locuras agradables.
Sin Ti, Señor, las cosas no son lo que son,
ni tienen su ser en comparación contigo.
Al tener todas las cosas y no a Ti, ¿qué tengo yo?
No teniéndote, ¿qué han obtenido mis trabajos?
Déjame disfrutar sino de Ti, ¿qué más anhelo?
Y teniendote solo, ¿qué no tengo?
¡No deseo ni el mar, ni la tierra, ni quiero ser
Poseído del cielo, [si] el cielo [es] desposeído de Ti!
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