Electroftalmia

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electroftalmia

La radiación ultravioleta está ampliamente distribuida en la naturaleza. A pesar de que la capa de ozono filtra eficazmente el espectro más dañino (ondas de hasta 290 nm), existe el riesgo de daño ocular si no usa equipo de protección mientras observa erupciones solares, eclipses, relámpagos, cuando está en alta -áreas montañosas cubiertas de nieve, en el mar. Además de las fuentes naturales de radiación ultravioleta, la queratitis ultravioleta o electroftalmia también puede ser causada por fuentes artificiales, como el arco eléctrico durante la soldadura, las lámparas de bronceado, el cuarzo, la fotografía y otras.

La córnea absorbe la mayor parte de las ondas ultravioleta. Su efecto sobre ella es acumulativo, similar al efecto sobre la piel durante las quemaduras solares. La exposición prolongada a la radiación UV puede dar lugar a la aparición de pterigión, pinguécula, queratopatía puntiforme climática, metaplasia escamosa, carcinoma. Los rayos UV irritan el epitelio corneal superficial, provocando su pérdida, sin embargo, los experimentos con animales han demostrado que todas las capas de la córnea experimentan un efecto fototóxico. En respuesta, se produce una reacción inflamatoria, que incluye edema conjuntival y queratitis punteada superficial. En casos severos, se puede observar descamación completa del epitelio, quemosis conjuntival, lagrimeo y blefaroespasmo. La epitelización de las áreas afectadas generalmente ocurre después de 36-72 horas.


Los pacientes se quejan de sensación de cuerpo extraño, irritación, dolor, enrojecimiento del ojo, lagrimeo, blefaroespasmo y disminución de la agudeza visual. Por lo general, todos estos síntomas aparecen 6-12 horas después de la lesión, lo que se debe a la pérdida y posterior restauración de la sensibilidad corneal, probablemente debido a la fisiopatología del daño fotoquímico.

Si se sospecha de electroftalmía, se pueden enjuagar los ojos durante varios minutos con agua o solución salina antes de contactar a un oftalmólogo. La instilación de lágrimas artificiales u otros humectantes oculares, así como anteojos de sol, puede aliviar las molestias.

El objetivo principal del tratamiento de la electroftalmía es aliviar el dolor y prevenir infecciones. Se puede recetar un ungüento o gel humectante para aliviar el dolor. Debe recordarse que la pomada puede ralentizar la recuperación de la córnea. Las gotas ciclopléjicas de acción corta también se usan para aliviar el dolor causado por un espasmo reflejo del músculo ciliar.

A menudo, se administran gotas o ungüentos antibacterianos tópicos (p. ej., gentamicina o eritromicina) para prevenir infecciones. Anteriormente, el vendaje del ojo afectado se consideraba el estándar de atención, pero el uso de este método es actualmente controvertido. Aunque el vendaje puede reducir significativamente el dolor, al igual que la pomada, ralentiza el proceso de epitelización de la córnea.

Además, algunos pacientes encuentran que la pérdida de visibilidad y profundidad de la percepción del espacio circundante es más dolorosa que el dolor.

Los síntomas de la electroftalmia pueden variar ampliamente, desde un dolor intenso hasta una sensación de irritación leve, según el paciente individual y la gravedad de la lesión. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) suelen ser suficientes para aliviar el dolor. En casos raros, se pueden usar estupefacientes. A nivel oficial, el uso local de los AINE no está fijado, pero este grupo de fármacos es muy utilizado para la electroftalmía. Los anestésicos locales, a pesar de su buen efecto para aliviar el dolor, están indicados solo para facilitar el examen por un oftalmólogo. Estos fármacos están contraindicados para el tratamiento de la electroftalmía, ya que ralentizan la recuperación del epitelio corneal.

Las complicaciones durante el proceso de curación son raras y, con mayor frecuencia, se deben a la adición de una infección. Dependiendo de la gravedad del daño, una recuperación completa puede demorar hasta 76 horas.

La electroftalmía se puede prevenir usando anteojos de sol.

Literatura

Pequeña Enciclopedia Médica, Volumen 7. Moscú, editorial "Enciclopedia Soviética", 1967