En defensa de Quincio

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En defensa de Publius Quinctius ( lat.  Pro Quinctio ) - el primer discurso superviviente del orador Cicerón , pronunciado por él en el 81 a. mi. en defensa de los intereses de Publio Quincio. El célebre orador Hortensio pronunció un discurso en defensa de los intereses del demandante Sexto Nevio . El caso fue considerado por el juez Gaius Aquilius Gallus, esta no fue la primera reunión. Hay un vacío en los manuscritos de los discursos después del § 85.

Según T. A. Bobrovnikova, Cicerón " este asunto largo, tedioso y monótono... logró convertirlo en una historia fascinante, pintó vívidos retratos tanto del desafortunado arruinado como de su entrometido compañero " [1] .

Circunstancias del caso

Gaius Quinctius, el hermano del demandado, se asoció con el demandante Nevius (§ 11) [2] , y algún tiempo después, en 83, murió (§ 14), fue sucedido por Publius Quinctius, quien prometió Naevius a pagar las deudas de la sociedad (§ 19) . Cicerón en su discurso insinuó que, de hecho, Nevio preparó esta situación, queriendo obtener el máximo beneficio de ella. Quinctius fue avalado por Alphen, quien prometió que comparecería ante el tribunal (§ 67), pero Alphen murió pronto (§ 70).

Casi dos años después (§ 40) Nevius exigió el pago de Quinctius. Un día, Quincio se fue de Roma por un tiempo. Aprovechando esto, Nevio se dirigió al pretor y pronto se registró la ausencia del acusado (§ 24-25).

El orador Marcus Junius, que anteriormente había manejado el caso, estaba ausente (§ 2). El yerno de Quincio, el actor Roscius, persuadió (aunque no inmediatamente) a su joven amigo Cicerón para que se hiciera cargo de este negocio (§ 77-78).

Discurso

Cicerón enfatiza que su tarea se complica por el hecho de que los intereses de Naevius son apoyados por figuras influyentes, incluido Lucius Philippus (§ 7-8, 72), los jueces lo conocen bien (§ 69) y el propio Cicerón, aunque esto es no es su primera aparición en la corte (§ 4), pero es joven, sin experiencia y temeroso de extraviarse (§ 77). Quincio estaba en peligro de ruina y deshonra ( lat.  infamia ) como deudor impagable, cuyas posibles consecuencias describe vívidamente Cicerón (§ 49-50).

Cicerón argumenta constantemente que Naevius no tenía motivos para exigir que se le transfirieran las propiedades de Quinctius (§ 37-47); que la propiedad de Quincio no podía transferirse a otra persona en virtud de un edicto del pretor (§ 60-73); y que Nevius no era dueño de esta propiedad.

Considera como prueba de su corrección los hechos de que Nevius durante mucho tiempo no informó la existencia de una deuda (§ 38), no demandó a una sociedad ( actio pro socio ) (§ 43-44), pero continuó participando en una sociedad, por ejemplo, habiendo comprado en subasta la herencia de Alphen y nombrando a Quinctius como participante en la compra (§ 76). Interpretando la aplicabilidad del edicto del pretor, argumenta que antes los intereses de Quincio se defendían in absentia (§ 62, 65).

Cicerón argumenta que Quinctius y Nevius no pudieron, como argumentó Nevius, aceptar comparecer ante el tribunal el 5 de febrero (§ 56), ya que Quinctius partió hacia la Galia el 29 de enero, lo que es confirmado por testigos (§ 57). Cicerón destaca especialmente el hecho de que Nevius presentó una demanda para imponer una prohibición el 20 de febrero (§ 79), y ya el 23 de febrero, su gente expulsó a Quinctius del estado galo, mientras que es imposible superar las 700 millas en dos días, lo que significa que Nevius envió a su gente a la finca antes de que se presentara la demanda ante el tribunal, lo cual es una grave violación del procedimiento.

Según Cicerón, poseía solo una parte de la propiedad, a saber, una de sus propiedades (§ 85), y expulsó a los esclavos de Quincio de la propiedad sin tomar posesión de ellos (§ 90).

Se desconoce el resultado del caso. Uno de los manuscritos supervivientes del discurso es un palimpsesto del siglo V [3] .

Traducciones al ruso:

Notas

  1. Bobrovnikova T. A. Cicerón. M., 2006. S.98-99
  2. las referencias del discurso se dan en el texto con párrafos
  3. Albrecht M. von. Historia de la literatura romana. T. 1. M., 2003. S. 603