Oleshka cuernos blancos | |
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ucranio Olényatko | |
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tipo de dibujos animados | marioneta |
Género | historia |
Productor | leonid zarubin |
escrito por | Zhanna Vitenzon |
Compositor | anton mujá |
multiplicadores |
Eleonora Lisitskaya, Jean Taran, A. Trifonov |
Operador | Vasili Kordun |
ingeniero de sonido | Igor Pogón |
Estudio | Asociación Creativa de Animación Artística del Estudio de Cine de Popular Science Films de Kiev |
País | URSS |
Duración | 10 minutos. 5 seg. |
Estreno | 1974 |
IMDb | identificación 6409422 |
animador.ru | identificación 3656 |
"Oleshka White Horns" es una caricatura de marionetas soviética creada en 1974 por el director Leonid Zarubin [1] .
El guión fue escrito por Zhanna Vitenzon en el proceso de cooperación con la asociación de animación en el Kiev Studio of Popular Science Films [2] .
Un niño llamado Alyosha se entera de una revista sobre una niña llamada Tayane, que vive en el norte. Después de eso, sueña con visitar el norte y ver renos. En ese momento cae la primera nevada y el niño y la vecina salen corriendo a la calle. Alyosha fabrica un ciervo con la nieve, a lo que la novia se ríe, ya que la primera nieve siempre se derrite rápidamente. Regresa a su casa y, a última hora de la noche, mirando por la ventana, se da cuenta de que el ciervo de repente cobró vida. La alegría no debería tener fin, pero el niño comprende que en la mañana no habrá nada de un nuevo amigo, y luego decide uno desesperado: llevar al ciervo a tierras frías y lejanas. Con la ayuda de una brújula, Alyosha y su nuevo amigo Oleshka llegan al norte. Necesitan encontrar a Tayane, pero este problema se resuelve rápidamente gracias a los sellos. Los amigos encuentran la yaranga de la niña, la conocen a ella y a su padre, y Alyosha explica el motivo de su llegada. Oleshka se queda con Tayane para que no se derrita del niño hasta el invierno. Alyosha pide ir a visitar al ciervo cuando llegue el verdadero invierno, y se va volando en helicóptero. En casa, Alyosha, al ver desde la ventana a una vecina que tropezó con un charco, escucha su risa, sin sospechar dónde desapareció realmente el ciervo. Ahora el niño espera tranquilamente el comienzo del verdadero invierno.
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