fragmentos | |
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Scherben | |
Género | Drama |
Productor | |
Productor | |
Guionista _ |
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Protagonizada por _ |
Pablo Otón |
Operador | |
Compositor | |
Duración | 62 minutos |
País | |
Idioma | Alemán |
Año | 1921 |
IMDb | identificación 0012650 |
Shards ( alemán : Scherben ) es una película muda alemana de 1921 dirigida por Lupu Pieck .
Mientras trabajaba en sus películas, Karl Mayer encontró en Lupa Piqué a una directora que estaba a su altura en talento. Sin embargo, un hecho interesante es que Lupu Pik hizo todo lo posible por evitar las palabras en sus películas. A fines de 1926, definió su arte de la siguiente manera:
"La esencia me interesa más que la forma. Cada plan debe estar inspirado por el pensamiento. Pero detesto las películas con una idea dada... La vida es una fuente inagotable de la que invariablemente debemos alimentarnos de inspiración. Soy realista. Uno debe mostrar la vida en todo sin dudarlo. Sus tipos, sin adornos. No hay necesidad de idealismo , tampoco hay necesidad de pesimismo . En la vida, la alegría y la tristeza, lo trágico y lo cómico están estrechamente entrelazados: transmitamos esto con mayor precisión. Sin embargo, ¿no es el ejemplo? del gran Chaplin inspirador ? La película debe estar completamente limpia de palabras. Sin créditos "Basta de fotogenia. Soy partidario de la unidad del tiempo e incluso de la unidad del lugar. Esto hace que la película sea coherente, clara, colorida. Pero lo admito que estas reglas no son obligatorias para todos. Escribí un guión donde los únicos actores son las manos y las cosas..." [3 ]
Además, escribió:
“En mis películas trato de no usar tonterías expresionistas y me inspiro en las sensaciones cotidianas de la vida. Por supuesto, la tecnología me interesa hasta cierto punto, así como la escenografía, pero lo que más me preocupa es el drama de los desfavorecidos. Pienso que en nuestro arte uno debe mostrar principalmente el silencio cotidiano, detrás del cual se encuentra la miseria del comportamiento cotidiano dictado únicamente por los hábitos. En cualquier caso, sin leyendas, sin palabras, incluso solo escritas" [4]
Llega a la provincia un auditor, que se enamora de la hija del liniero. Pronto, su madre los encuentra en la cama, quien va a la iglesia por la noche y se congela. La hija del liniero le pide al auditor que la lleve a la ciudad con él, pero recibe una grosera negativa. Ella le cuenta todo a su padre, y él, en un ataque de ira, mata al auditor. En ese momento, aparecen las únicas palabras de la película: "¡Soy un asesino!"... [5]