Tres ancianas, una parecida a la otra,
Se sientan junto al camino,
Y dan vueltas, y miran severamente...
¡Todas esas caras desagradables!
Rueca en los dedos de la primera anciana.
Ella tiene que torcer los hilos,
cada hilo debe humedecerse -
Por eso sus labios están secos y caídos.
Debajo de los brazos del segundo, cada vez más rápido
El huso está bailando -
De alguna manera extrañamente divertido ...
Los ojos de la anciana son más rojos que el sándalo.
Posee tijeras tercera Parka;
Y siniestramente sombría,
ronronea Miserere... Tiene
una nariz afilada, una verruga en la nariz.
¡Ay, no te demores! ¡No atormentes mi expectativa!
¡ Corta pronto
este hilo de mi vida aciaga,
para que acaben estos terribles sufrimientos!
Texto original (alemán)[ mostrarocultar]
Es sitzen am Kreuzweg drei Frauen,
Sie grinsen und spinnen,
Sie seufzen und sinnen;
Sie sind gar häßlich anzuschauen.
Die erste trägt den Rocken,
Sie dreht die Fäden,
Befeuchtet jeden;
Deshalb ist die Hängelippe tan trocken.
Die zweite läßt tanzen die Spindel;
Das wirbelt im Kreise,
In drolliger Weise;
Die Augen der Alten sind rot wie Zindel.
Es hält die dritte Parze
In Handen die Schere,
Sie summt Miserere;
Die Nase ist spitz, drauf sitzt eine Warze.
O spute dich und zerschneide
Den Faden, den bösen,
Und laß mich genesen
Von diesem schrecklichen Lebensleide!
- Heinrich Heine , Zum Lazarus, X, “Es sitzen am Kreuzweg drei Frauen…” ( “Tres ancianas, una es igual…” , traducido por P. I. Weinberg )
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