El extremismo de consumo es el comportamiento de los consumidores y/o de sus asociaciones, con el objetivo de obtener un determinado beneficio e ingresos , manipulando la legislación sobre derechos de los consumidores en beneficio propio. Por su naturaleza, el extremismo del consumidor puede ser un abuso del derecho procesal.
El término “extremismo del consumidor” aparece en Rusia desde finales de la década de 1990, mientras que en Occidente este término y prácticas similares se conocen desde hace varias décadas.
El llamado " Caso de la taza de café " (Liebeck v. McDonald's Restaurants) [1] es ampliamente conocido, un caso de Stella Liebeck v. McDonald's de 1992 que se usa a menudo para ilustrar el término [2] . Una anciana estadounidense recibió quemaduras de tercer grado en la piel de los muslos, las nalgas y la ingle como resultado del café excesivamente caliente que le vendieron en un restaurante McDonald's . La compañía inicialmente se negó a pagar el costo de las operaciones médicas y finalmente, después de un litigio, pagó una compensación al demandante por un monto de $640,000.
En Rusia, el término "extremismo del consumidor" es informal, ya que no se refleja en la legislación actual de la Federación Rusa .
El extremismo del consumidor puede entenderse como los siguientes tipos de acciones:
Varios expertos consideran que la última versión de la Ley de la Federación de Rusia "Sobre la protección de los derechos del consumidor" es un requisito previo para el surgimiento del extremismo del consumidor en Rusia, que se ha convertido en una herramienta eficaz para regular el mercado de consumo y resolver disputas. en eso. Sin embargo, por un lado, esta ley regula claramente el procedimiento de prestación de servicios y venta de bienes, y asegura la tutela fehaciente de los intereses de los consumidores, y por otro lado, no prevé responsabilidad alguna por formular reclamaciones infundadas, e incluso el término “extremismo del consumidor” en sí mismo o cualquier otro concepto o expresión, que le corresponda en significado (es decir, que refleje, de hecho, el fraude al consumidor ), están ausentes en él.
El extremismo del consumidor tiene algunas características comunes con el chantaje corporativo (redadas). Ambas actividades están asociadas al abuso de los derechos que se otorgan a los participantes en determinadas relaciones jurídicas sociales.
Los mecanismos para contrarrestar el extremismo del consumidor pueden expresarse en medidas preventivas y de respuesta. Como medida preventiva, puede utilizar la organización del trabajo con consumidores insatisfechos, lo que reducirá el riesgo de aparición de extremistas individuales cuyo objetivo es la satisfacción moral. La sistematización y el análisis de la información sobre el desarrollo del extremismo de consumo y sus diversas formas de manifestación es también una de las medidas para contrarrestar este fenómeno.