El problema de la inducción es un problema filosófico formulado por primera vez por T. Hobbes (1588-1679) [1] y desarrollado a mediados del siglo XVIII por David Hume .
Hume cuestionó la validez del método inductivo de inferencia, planteando la cuestión de si el razonamiento inductivo conduce al conocimiento entendido en el sentido filosófico clásico [2] , ya que centra la atención en la falta de fundamentos para:
El mismo Hume dio una respuesta negativa a la pregunta del problema de la inducción [3] .
Como muchos pensadores de su tiempo, Immanuel Kant confiaba en la verdad de la mecánica clásica , y en la enseñanza del idealismo trascendental dio su solución al problema de la inducción de Hume [4] . Kant creía que nuestros juicios inductivos sobre el mundo son verdaderos a priori en vista de la identidad empírica de la conciencia, a la que llamó la idea de la unidad trascendental de la apercepción [5] .
En sus escritos , el filósofo británico y austriaco K. Popper considera el problema de la inducción de Hume y formula tres preguntas en base a ello:
A la primera pregunta, Karl Popper, como Hume, da una respuesta negativa. Sin embargo, Popper responde afirmativamente a la segunda y tercera preguntas: es posible justificar la falsedad de una teoría si no ha pasado la verificación experimental, y son preferibles aquellas teorías que son fundamentalmente posibles de refutar, pero que aún no han sido refutadas. . En su opinión, todas las hipótesis científicas deben considerarse conjeturas, no teorías verdaderas. Popper creía que solo a través de la experiencia podemos juzgar la falsedad de un determinado enunciado, pero nunca sobre su verdad . [3]
En su Historia de la filosofía occidental [6] , Bertrand Russell escribió que la inducción es un principio lógico independiente que no puede deducirse de la experiencia ni de otros principios lógicos, y que sin este principio la ciencia es imposible.
En el " Tratado Lógico-Filosófico " (traducido por M.S. Kozlova y Yu.A. Aseev), Ludwig Wittgestein escribe: 6.363. El proceso de inducción es que aceptamos la ley más simple consistente con nuestra experiencia. 6.3631. Pero este proceso no tiene una base lógica, sino sólo psicológica. Está claro que no hay razón para creer que en realidad sólo ocurrirá el caso más simple. 6.36311. El hecho de que el sol saldrá mañana es una hipótesis, lo que significa que no sabemos si saldrá. 6.37. No hay necesidad de que suceda una cosa porque la otra ha sucedido. Sólo existe la necesidad lógica. 6.371. En la base de toda la cosmovisión moderna se encuentra la ilusión de que las llamadas leyes de la naturaleza son explicaciones de los fenómenos naturales. 6.372. Así, la gente se detiene ante las leyes naturales como ante algo inviolable, así como los antiguos se detenían ante Dios y el destino. Y están bien y mal al mismo tiempo. Pero los antiguos eran más claros, pues reconocían un límite claro, mientras que los sistemas más nuevos presentan el asunto como si todo estuviera explicado.