La transparencia es una característica integral. Se implementa mediante la construcción de políticas, procedimientos y el desarrollo de prácticas que permitan a los ciudadanos tener acceso a la información que es manejada por las autoridades (públicas u organizacionales), la capacidad de usar esta información, asegura su comprensión de la misma, y esta información debe ser información - saturado [1] y controlado . Para lograr los objetivos de transparencia, también es necesario construir un mecanismo de retroalimentación de la sociedad a las autoridades.
La transparencia es un requisito general de una sociedad democrática. El derecho a estar informado y tener acceso a la información es un tema importante en la sociedad actual.
La transparencia en las organizaciones está determinada por la ética y la medida de la verdad (si la verdad es medible y en qué grado de objetividad). La transparencia también brinda la oportunidad de analizar cómo la organización está asociada o afiliada con las partes interesadas. La influencia de los afiliados en la organización debe analizarse en términos de cómo las acciones de la organización son de interés público, qué tan éticas son tales acciones y cómo se institucionalizan (integran) estas acciones en la organización. [2]
Según Fung et al. [3] , “la transparencia dirigida está diseñada para reducir riesgos específicos o aumentar la eficiencia a través de la divulgación selectiva de información por parte de entidades legales y otras organizaciones. La idea de transparencia focalizada es mejorar la calidad de la elección personal, aumentar la eficiencia de los mecanismos de mercado y la democracia representativa asegurando la transparencia de las acciones gubernamentales.
La transparencia pública permite que los ciudadanos estén más informados y fomenta la divulgación del gobierno al actuar como un mecanismo regulador. Se basa en la ética y los principios de gobierno, según los cuales los intereses y necesidades del poder se centran en los ciudadanos.
![]() |
---|