La jerarquía social es una estructura jerárquica de relaciones con respecto a la distribución del poder , la propiedad , los ingresos , el prestigio y otros valores en la sociedad .
La jerarquía social refleja la desigualdad de estatus social en la sociedad.
Muchas organizaciones , como las empresas , la iglesia [1] , el ejército , los partidos políticos , son organizaciones jerárquicas (al menos oficialmente). Por lo general, el jefe, llamado " líder ", " comandante ", "jefe", " jefe ", " jefe ", tiene más poder que sus subordinados. Así, las relaciones que definen esta jerarquía son relaciones de poder.
La existencia de jerarquías que son injustas desde cualquier punto de vista provoca críticas públicas. Por ejemplo, el feminismo suele denunciar jerarquías de género en las que los hombres gozan de privilegios indebidos, como el derecho al voto (cuando las mujeres carecen de él), salarios más altos por trabajos similares o idénticos, ascensos más rápidos, herencia, educación, deporte, trabajo.
Cabe señalar que en este contexto y en otros similares, la palabra "jerarquía" se usa generalmente con el significado de "jerarquía de poder" o "estructura de poder". Las feministas y representantes de otros movimientos sociales, por ejemplo, con sesgo racista o antigay , pueden no estar de acuerdo con la jerarquía en sí, como tal, sino con cierta asimetría, el valor desigual de hombres y mujeres, de razas diferentes.
El anarquismo y otros movimientos sociales antiautoritarios buscan eliminar todas las relaciones sociales jerárquicas.
En la mayoría de los estados y países, existen ascensores sociales que permiten a las personas cambiar su posición en la sociedad. La cantidad y calidad de los que están en la cima están descritas por la teoría de las élites . Una jerarquía demasiado rígida suele conducir al totalitarismo .
Los etólogos tratan este tema de manera más amplia, considerando que las relaciones humanas son muy similares a las relaciones jerárquicas en los animales. El experimento de Calhoun , por ejemplo, muestra que la falta de nichos sociales gratuitos para la generación más joven es extremadamente perjudicial no para un individuo, sino para la supervivencia de la sociedad en su conjunto.