La toxascarosis es una helmintiasis del grupo de los nematodos caracterizada por trastornos dispépticos y manifestaciones alérgicas.
El agente causal es el nematodo Toxascaris leonina. La longitud del macho es de 40-60 mm, la hembra es de 55-120 mm.
El helminto parasita a los perros y otros carnívoros, así como a los humanos.
La infección de una persona se produce por la ingestión de alimentos y agua contaminados con heces de animales que contienen huevos de parásitos.
Los huevos tragados por los humanos se convierten en larvas que, después de migrar durante varios días en la pared intestinal, regresan a la luz intestinal, donde se convierten en adultos ; las larvas del intestino pueden migrar por vía hematógena a los órganos y tejidos internos y encapsularse allí.
En humanos, se distinguen la toxascarosis, causada por larvas migratorias, y la toxascarosis, causada por helmintos sexualmente maduros.
La toxascarosis causada por larvas se caracteriza por la aparición de infiltrados eosinofílicos en los pulmones, granulomas en diversos órganos y tejidos, eosinofilia y leucocitosis. El diagnóstico se establece según reacciones serológicas de hemaglutinación indirecta. El tratamiento se realiza con tiabendazol 25 mg/kg al día en ciclos de 3-7 días.
El cuadro clínico de la toxascarosis causada por formas sexualmente maduras se manifiesta por náuseas, vómitos, dolor abdominal y eosinofilia. Hay observaciones únicas cuando se encontraron parásitos en abscesos del tejido subcutáneo. El diagnóstico se confirma mediante la detección de huevos patógenos en las heces del paciente. El adipato de piperazina se usa para el tratamiento, como en la ascaridiasis .
El pronóstico suele ser favorable.