Rigidez cognitiva ( latín cognitio - conocimiento y rigidus - duro) - la falta de voluntad para cambiar la imagen conceptual del mundo cuando se recibe nueva información. Esta es la rigidez del pensamiento, en la que hay dificultad para repensar y cambiar las acciones, creando nuevas estrategias de comportamiento en una situación que objetivamente requiere su reestructuración [1] . En la vida cotidiana, esto se manifiesta en la dificultad de asimilación y uso de nueva información, habilidades prácticas, materiales de capacitación.
En el proceso de estudio de este fenómeno, se prestó mucha atención a cómo las personas resuelven los problemas mentales.
Entonces, este fenómeno, llamado por Karl Dunker fijeza funcional , fue descrito en su experimento clásico, que estudiaba la capacidad de aplicar objetos familiares de una manera nueva. Resultó que para la mayoría de los sujetos, el uso de un objeto familiar en una nueva función es un proceso difícil, ya que para romper la conexión habitual "objeto-función", se requiere un esfuerzo mental considerable [2] .
Resultados similares se obtuvieron en los estudios de Zener, Lachins et al. [3]
La rigidez cognitiva se encuentra en varios conceptos psicológicos. Así, por ejemplo, en los trabajos de K. Goldstein , se define como apego a un modo de acción rutinario [4] . En R. Cattell , este fenómeno se refleja en la incapacidad de cambiar de actitud [5] . En la teoría de H. Werner, la rigidez cognitiva se manifiesta en una variabilidad insuficiente en las formas de responder [6] .
Es decir, en términos generales, la rigidez cognitiva se puede definir como la incapacidad de cambiar la forma de responder cuando la situación cambia, fijando a una persona en estrategias ineficaces en condiciones cambiantes.
Puede manifestarse de diferentes maneras. Entonces, en las obras de Dunker y Lachins, se distinguen los siguientes dos tipos:
Como parte del estudio de Meninger sobre los estilos de procesamiento de la información, se demostró que existe una relación inversa entre la flexibilidad cognitiva y la rigidez. Así, una serie de autores ( Holodnaya , Sokolova y otros) los atribuyen a un único estilo cognitivo .
El método de diagnóstico más conocido es la técnica de Stroop , que consiste en instrucciones para leer todas las palabras presentadas lo más rápido posible. En este caso, hay tres series que se diferencian en el material de estímulo:
Un indicador de la rigidez/flexibilidad del control cognitivo será la diferencia entre el tiempo dedicado a la tercera serie y el tiempo dedicado a la segunda. Cuanto mayor sea esta diferencia, mayor será la rigidez [7] .
Asimismo, el diagnóstico se puede realizar mediante la técnica de asociación libre , en la que durante 3 minutos el sujeto nombra aquellas palabras que, a su juicio, se asocian con la palabra estímulo. Las respuestas se clasifican en 7 categorías según la magnitud de la distancia de cada palabra nombrada en relación con la palabra estímulo.
Los indicadores de rigidez/flexibilidad de control son la longitud de la distancia de las asociaciones de palabras libres y el número total de respuestas en el protocolo. Cuanto más bajos sean estos indicadores, mayor será la rigidez [8] .