Odorología

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La odorología  es la ciencia de los olores . Hay varias áreas de la odorología: médica, forense, psicológica.

Odorología forense

La odorología forense es un sistema de conocimiento sobre olores y portadores de olores y técnicas científicamente fundamentadas, medios técnicos, recomendaciones para la detección, análisis, eliminación y almacenamiento de rastros de olor con el fin de su posterior uso en procesos penales.

Tipos de odorología forense

Dependiendo de los métodos de extracción, análisis y registro de olores, la odorología forense se divide en cinológica e instrumental - olfatonica (del latín olfactus - olor). En odorología cinológica, el órgano olfativo de un perro de servicio especialmente entrenado se utiliza como analizador de sustancias olorosas. En odorología instrumental se utilizan instrumentos fisicoquímicos a modo de analizador que son capaces de separar el espectro de sustancias olorosas, registrarlo en forma de olfatograma y detectar con alta sensibilidad los componentes individuales de las excreciones humanas.

Una de las principales tareas de la olfatrónica es el desarrollo de métodos y la creación de equipos capaces de registrar el espectro de sustancias volátiles que determinan el olor y documentarlo en una forma que pueda procesarse matemáticamente, así como registrar componentes individuales de Emisiones olorosas con alta sensibilidad.

Introducción

Las propiedades del olor, el mecanismo de su formación y percepción han sido de interés para los científicos durante mucho tiempo. Es bien sabido que el sentido del olfato de los animales, insectos y peces es muy perfecto y significativamente superior en sutileza a la percepción de los instrumentos existentes. Por lo tanto, los animales se utilizan a menudo para detectar y reconocer olores, por ejemplo, exploración de depósitos minerales, detección de mal funcionamiento en tuberías de gas por rastros de fugas de gas, búsqueda de objetos que son fuentes de olor, etc.

Revelar los secretos de los analizadores vivos permite diseñar, a su semejanza, detectores de olores artificiales basados ​​en métodos de análisis (espectrometría de masas, cromatografía de gases y papel, cromatografía-espectrometría de masas, espectrometría infrarroja, entre otros) y crear dispositivos que permitan realizar las mejores estudios analíticos de cuerpos gaseosos.

Detectores de olores

Científicos rusos han creado el dispositivo "Corpse Detector" para encontrar cadáveres por los productos gaseosos de su descomposición. Se utiliza un analizador de gases en la práctica de la policía de tránsito, que le permite determinar la cantidad de alcohol en el aire exhalado por una persona. Actualmente, se está desarrollando una instalación de laboratorio estacionaria para la preparación de una muestra olfativa activa y análisis cromatográfico utilizando un método criogénico de aerosol para concentrar metabolitos volátiles con el fin de identificar el olor humano. Este método se basa en una combinación de concentración a baja temperatura y filtración de aerosol de la muestra analizada.

La creación de detectores de olores artificiales contribuyó a que en la década de los 60 surgiera una dirección en la ciencia forense que permitía utilizar el olfato para buscar a los delincuentes tras sus huellas, establecer la afiliación grupal o la fuente de origen de sustancias sólidas, líquidas y friables. cuerpos con la propiedad del olfato, así como para buscar objetos - evidencia material.

Huellas odorológicas

Difícilmente se puede sobrestimar la importancia de los rastros odorológicos en las actividades de búsqueda operativa. El olor de una persona, según los expertos, es su "firma" química, es profundamente individual. Un olor humano individual penetra fácilmente en la ropa, los zapatos y se retiene durante mucho tiempo (la práctica muestra que el olor extraído de la escena persiste durante varios años). El uso de la información contenida en los olores, en algunos casos, permite resolver con éxito delitos complejos cometidos, por regla general, sin testigos.

Propósito de la investigación odorológica

El estudio de rastros de olores frescos o conservados permite establecer:

La naturaleza del olfato

El término "olor" tiene dos significados.

En primer lugar, este término define la propiedad de los objetos materiales - cuerpos físicos de origen animal, vegetal y mineral, que consiste en la continua separación (evaporación) en el ambiente externo de partículas - moléculas de este objeto, que, junto con el aire, entran en el órgano olfativo y actuar sobre él. Por la naturaleza de esta propiedad, se determina la velocidad de evaporación y las sustancias se clasifican en volátiles y ordinarias.

En segundo lugar, el término "olor" define la percepción subjetiva (visualización) que se produce en los seres humanos como resultado de la interacción de las partículas de una sustancia olorosa con los receptores olfativos.

En el contexto de este artículo, el término "olor" se usa en su primer significado.

Para que un objeto tenga olor como propiedad, debe estar en un estado de interacción con el analizador olfativo del receptor. La interacción tiene una naturaleza material y siempre implica la presencia de objetos que se muestran y muestran, lo que en la ciencia de las huellas se suele llamar formación de huellas y percepción de huellas. En consecuencia, cualquier objeto material puede ser detectado e identificado por el olfato si se cuenta con un dispositivo analizador apropiado.

La percepción del olfato depende no sólo de las propiedades físicas del objeto-fuente del olor; se debe a las características individuales del analizador biológico oa las características de diseño del dispositivo técnico simulado, así como a la concentración umbral de la sustancia olorosa.

La concentración umbral es la cantidad de sustancia olorosa en el ambiente, por debajo de la cual no se siente el olor. Por lo general, se determina por el número de moléculas en 1 cm 3 de aire. Comparando los valores cuantitativos de las concentraciones umbral para peces, insectos, animales y humanos, se puede ver cómo su sentido del olfato difiere en la sutileza de la percepción. Por ejemplo, el sentido del olfato de un perro es unas 800.000 veces superior al de un humano. Si el animal, en particular el pastor alemán, se somete a un entrenamiento especial, su reacción aumenta significativamente. Los perros entrenados trabajan con más confianza y los resultados obtenidos son más fiables, lo cual es muy importante para la práctica.

Trazas de olor y sus propiedades

Las huellas de olor son formaciones gaseosas que difieren de las huellas materiales tradicionales en su dinamismo. Un rastro de olor se forma cuando una sustancia cambia continuamente de un estado sólido o líquido a un estado gaseoso. Un objeto es una fuente de olor siempre que las moléculas de una sustancia se separen de su superficie hacia el medio ambiente. Por ejemplo, un hacha que un delincuente tenía en la mano es una fuente de rastros de olor hasta que se detiene el proceso de evaporación de la sustancia grasa del sudor en su mango.

Un rastro de olor se puede definir como una formación gaseosa que contiene información cualitativa sobre un objeto material. Esta definición no es exhaustiva, pero refleja correctamente la esencia del concepto. Según Belkin, un rastro de olor es información transferida durante la evaporación desde superficies que producen olor a objetos en el entorno externo.

Los rastros de olor son un nuevo tipo de rastros en la ciencia forense, difieren significativamente de las propiedades, técnicas y medios técnicos de trabajo tradicionales cuando se utilizan en la investigación de delitos.

Hasta hace poco tiempo, las huellas de olor no eran objeto de investigación forense, ya que no existía una metodología para su recolección, preservación e investigación. En la actualidad, existe razón para hablar de rastros de olor en el aspecto investigativo, ya que existen medios y métodos para recolectar y conservar dichos rastros con el fin de obtener evidencia.

De acuerdo con el mecanismo de formación, las huellas de olor difieren de las huellas-objetos y las huellas-imágenes por el estado agregado específico de la sustancia portadora de huellas. Por lo tanto, los rastros de olor tienen propiedades características que determinan los métodos y medios de detección, fijación e investigación.

Las huellas de olor en el aspecto forense se caracterizan por las siguientes propiedades:

Un rastro de olor conservado (colocado en un matraz de polietileno, frasco de vidrio) permanece relativamente sin cambios y es adecuado para la investigación durante mucho tiempo. Si es necesario, se pueden transportar olores humanos. Los olores, tomados y conservados en tiempo y forma, pueden ser enviados por correo en envases ordinarios para la producción de muestras de cosas y objetos del sospechoso. Lo mejor es enviar prendas de vestir (camisas, bufandas, zapatos, etc.), ya que contienen una concentración suficiente de sustancias olorosas, además, estos objetos son los más transportables.

Detectores de información de olores y el uso de sus resultados

Los detectores de información de olores generalmente se dividen en biológicos y técnicos. Los biodetectores en los seres vivos son los órganos olfativos, cuya estructura es compleja y está determinada por el nivel de desarrollo del organismo.

El principio de funcionamiento de los dispositivos técnicos utilizados para estudiar la información de olores (analizadores de gases o cromatógrafos de gases) se basa en un cambio en los parámetros químicos, eléctricos, radiactivos u otros del receptor del dispositivo cuando entra en contacto con partículas de una sustancia olorosa. Los detectores de olores técnicos aún difieren de los biológicos en su baja selectividad. Pueden tener una alta sensibilidad, a veces superando el sentido del olfato de los organismos vivos, pero reaccionan a una o más sustancias.

Un detector biológico (natural) se distingue, por un lado, por su percepción integradora, es decir, por mostrar un complejo de olores básicos como el olor de una nueva sustancia, y, por otro lado, por su propiedad de selectividad, la posibilidad de elegir el necesario entre una mezcla de olores.

A pesar de las importantes ventajas de los analizadores biológicos, la información obtenida con su ayuda no puede cuantificarse objetivamente, su evaluación es subjetiva. El mecanismo de percepción del olor por parte de los receptores biológicos, en particular los órganos olfativos del perro, también sigue siendo un misterio. En este sentido, uno no puede dejar de estar de acuerdo con la opinión de aquellos científicos que creen que la información obtenida como resultado del uso de un servicio de búsqueda de perros cuando se trabaja con rastros de olores no puede ser una prueba procesal. Está permitido usarlo durante la investigación preliminar solo con fines organizativos y operativos. Con todas las reservas, la información obtenida utilizando biodetectores vivos no puede evaluarse sin ambigüedades. De ello se derivan todas las consecuencias que limitan el uso en la prueba de la información obtenida al utilizar un servicio-perro de búsqueda.

La solución de este problema de manera técnica creará una base real en el futuro para equiparar las huellas de olor con la evidencia material. A los efectos de la ciencia forense, la creación de dispositivos que permitan la medición cuantitativa de olores abre una nueva página para obtener información objetiva sobre un evento delictivo mediante el examen de rastros de olor. Para obtener información de una serie de fuentes, en particular fuentes de olor, se requiere un equipo complejo, cuyo desarrollo permitirá identificar por el olfato por el método instrumental.

Sin embargo, mientras se resuelven los problemas técnicos y de procedimiento del uso de rastros de olor como fuentes de evidencia para la detección y análisis de información odorológica, junto con dispositivos técnicos simples, se utilizan biodetectores vivos, en particular el sentido del olfato de un perro. Además de los perros, también se pueden utilizar otros animales en odorología forense (por ejemplo, la policía de Caracas (Venezuela) espera utilizar leones jóvenes, cuyo sentido del olfato es mucho más agudo que el de los perros rastreadores, para detectar el contrabando de drogas). Por lo tanto, las cuestiones de la metodología para trabajar con rastros de olor son de importancia práctica para los empleados de búsqueda e investigación y deben ser consideradas.

Tipos de huellas olfativas

En la divulgación e investigación de delitos se utilizan rastros materiales de olor que portan información odorológica.

Los rastros de olor se dividen condicionalmente en tres grupos:

De acuerdo con el mecanismo de formación, los rastros de olor se pueden dividir condicionalmente en rastros-fuentes de olor y rastros-olores.

En términos forenses, muchas huellas-fuentes de olor son al mismo tiempo huellas. Por lo tanto, la huella de los zapatos de una persona o las huellas invisibles de las manos en el arma del crimen contienen información tanto traceológica como odorológica, que debe tenerse en cuenta cuando se trabaja con rastros. Por ejemplo, si se hace un molde de yeso con la huella de un zapato, perderá el valor de la información odorológica. Si el arma que sostenía el delincuente se coloca en un recipiente hermético como un rastro de olor, entonces no podrá ser utilizada por un rastreador experto o un médico forense para establecer, por ejemplo, el tipo de sangre.

La fuente de rastro del olor es una formación compleja que incluye el objeto en sí, de cuya superficie se separan las moléculas de la sustancia y la nube de gas ubicada cerca del objeto. Las huellas-fuentes del olor son personas, animales, insectos, plantas, objetos y cuerpos de origen orgánico e inorgánico. A menudo, tales objetos no están relacionados con el hecho delictivo, pero, al ser parte de la escena del crimen, pueden contribuir a la obtención de información probatoria por métodos odorológicos.

Los más utilizados en la investigación y detección de delitos son los rastros de olor de una persona. El olor proviene de cada persona. El es individuo. Esta individualidad está determinada por las características específicas de la piel, el sudor, las glándulas sebáceas y endocrinas. Muchas decenas de compuestos químicos excretados por el hombre son productos de su actividad vital. Estos compuestos (metabolitos volátiles) se forman en el cuerpo durante el metabolismo y se liberan al medio ambiente con el aire exhalado, la orina, las secreciones del sudor y las glándulas sebáceas. Algunos de ellos llevan información sobre el género, el estado fisiológico, funcional y emocional de una persona. Además de los signos permanentes del individuo, estos compuestos también pueden reflejar signos temporales (aleatorios) (lugar de estancia reciente, alimentos consumidos, etc.). Impregnan ropa y zapatos, caen sobre objetos y herramientas, especialmente las que estaban en manos de una persona o entraron en contacto con partes abiertas de su cuerpo. En tales objetos, queda una sustancia grasa en el sudor que, al evaporarse, forma un rastro oloroso.

Las huellas-fuentes del olor humano se pueden clasificar en grupos según la relación causal del objeto-fuente del olor con una persona:

En cosas y objetos enterrados en el suelo y la nieve, quedan rastros de olor durante varios meses. Los rastros de olor se conservan bien en el frío, a la sombra, en interiores, en superficies porosas y rugosas; peor: en el viento, en objetos calientes y lisos.

Los llamados olores de fondo siempre se mezclan con los olores que deja una persona: los olores de la cubierta del suelo dañada, pequeños insectos aplastados, plantas, etc. La influencia en la formación del olor humano de los medicamentos que toman durante mucho tiempo las personas que sufren de diversas enfermedades también se estudió. En ningún caso se observaron desviaciones en la reacción de señalización del perro diferenciador ante el olor de la misma persona. Numerosos experimentos demuestran que los olores de fondo, así como los olores de diferentes caras, no se mezclan y, como resultado, no forman un nuevo olor.

Los rastros-olores son una formación única. Esta es una mezcla gaseosa de aire con moléculas de una sustancia olorosa, encerrada en un recipiente. Dichos rastros contienen información cualitativa sobre la fuente y, en este sentido, son similares a las sustancias traza en los estudios de rastros, pero se diferencian de ellas en la ausencia de un rastro de olor de su fuente en el lugar donde se encontró. En este caso, el aire es el cuerpo físico que actúa como portador de huellas, en él se disuelve una sustancia olorosa, que se conserva en las condiciones de estar en un recipiente aislado. Las fuentes de formación de rastros-olores son las personas, los animales, los líquidos volátiles y los sólidos olorosos que han estado en una habitación cerrada o en algún tipo de recipiente hermético durante un tiempo determinado.

Los rastros-olores son muy inestables, se disipan continuamente en el espacio y prácticamente desaparecen. Por lo tanto, para preservarlos, se debe esforzarnos en crear condiciones que excluyan o retrasen la dispersión de las moléculas de la sustancia, por ejemplo, la habitación donde se encontraba el criminal no puede ser ventilada, y el rastro de olor encontrado en el el área abierta debe encerrarse inmediatamente en un contenedor, es decir, conservarse.

Los rastros-olores difieren significativamente de los rastros-fuentes de olor en términos de características físicas y forenses. Trabajar con ellos en el lugar del siniestro requiere una técnica especial y, sobre todo, la eficacia de su conservación tras su detección.

Además de los olores humanos, en la lucha contra el crimen se utilizan varios tipos de etiquetas químicas. Como preparados, se utilizan productos químicos olorosos y persistentes. Las marcas químicas se pueden utilizar para establecer la ruta de movimiento de los delincuentes, para detectar objetos de valor robados, documentos, etc. Se utilizan perros especialmente entrenados para detectar marcas olorosas.

Trabajo con rastros de olor en la escena

El trabajo con rastros odorológicos en la escena del incidente incluye la detección, fijación y uso directo de los mismos para organizar la búsqueda de personas y cosas perseguidas. Los rastros odorológicos también se pueden utilizar en el curso de una investigación preliminar adicional para obtener información probatoria. Para determinar correctamente los posibles lugares de presencia de rastros de olor y objetos con olor, es necesario modelar el comportamiento de los delincuentes en la escena, prestando atención a los lugares de su larga estadía.

Tratar con rastros de olores

La detección de partículas sólidas, gotas líquidas, directamente separadas del cuerpo humano en relación con sus actividades fisiológicas y prácticas, es un asunto difícil que requiere que la persona que realiza la inspección, en primer lugar, analice el mecanismo del evento del incidente. y construir una versión de la conducta probable del criminal. Cuando se encuentren, se deben describir en el protocolo, fotografiar el lugar de detección o el propio objeto, si es posible, y luego colocarlo con pinzas en un tubo de vidrio con tapón esmerilado . El envase se puede sellar con un tapón de corcho o polietileno, lo que permitirá en un futuro sacar aire con moléculas de olor a través del tapón sin despresurizar el envase. Naturalmente, el examen odorológico debe preceder a cualquier otro método.

Encontrar ropa, zapatos, artículos personales constantemente usados, artículos de tocador y objetos relacionados en la escena no es difícil, ya que estos son objetos y cosas disponibles para la observación desarmada. A menudo son las primeras fuentes de información sobre la identidad del delincuente. Por lo tanto, trabajar con ellos requiere un cuidado especial para preservarlos como fuentes de información otorológica. Cualquier contacto de la mano con el objeto descubierto “contamina” sus características de olor, y si está en manos de la persona que inspecciona la escena durante mucho tiempo, puede provocar la pérdida total del rastro. Cuando se trabaja con objetos que son rastros-fuentes de olor humano, se deben observar las siguientes reglas:

Tales rastros-fuentes de olor humano, como instrumentos delictivos, objetos de trabajo, herramientas y todos los demás objetos materiales en los que hay rastros de un criminal, aplicados directamente (por ejemplo, con un pie descalzo, mano) o indirectamente (por ejemplo, con zapatos), debido a un breve contacto del objeto que forma la huella con el que percibe la huella, son menos estables en el tiempo. Además, en ocasiones se ubican sobre objetos que son prácticamente imposibles de retirar.

La detección y conservación de marcas de olor dejadas en objetos relativamente pequeños, como hacha, martillo, fragmento de ladrillo, tenazas, destornillador, etc., se realiza de la misma forma que las marcas dejadas en ropa y artículos personales. Tras una adecuada inspección, son objeto de conservación en envases de vidrio o polietileno.

Fijación de rastros: fuentes de olor de objetos que no se pueden eliminar junto con el rastro o cuando estos objetos se necesitan para otro estudio tiene sus propias características (por ejemplo, fijar el olor de una huella de zapato en el piso, asfalto, tierra, nieve) . En estos casos, se utiliza un dispositivo de muestreo de olores POS especialmente diseñado. Incluye un juego de jeringas, botellas de vidrio, frascos, frascos de plástico con un volumen de 0,5-1 l, bolsas de plástico y bolsas. El rastro de olor también se puede colocar en un recipiente de metal esmaltado.

La técnica de muestreo de trazas de olores es relativamente simple. Se lleva una aguja de jeringa con un volumen de 100-200 cm 3 a la superficie de la huella y, moviéndola a una altura de 1-2 cm, se toma aire con moléculas de olor. La porción resultante se coloca en un recipiente de vidrio, a veces este último se voltea. Este procedimiento de selección se realiza tres o cuatro veces, luego el contenedor se sella herméticamente y se sella en consecuencia. Se puede colocar un pequeño trozo de algodón estéril o hisopos de gasa en el recipiente antes de bombear aire con rastros de olor, lo que reduce el movimiento de la mezcla de gas en el frasco y le permite conservar el rastro de olor de manera más confiable. Además, los hisopos de algodón o gasa adsorben las moléculas y así conservan el rastro del olor. A veces, en ausencia de una jeringa, es posible seleccionar una mezcla de gases con un matraz de polietileno, que debe comprimirse, llevarse a la marca con el cuello y luego aflojarse gradualmente. El matraz se enderezará y aspirará aire con moléculas de olor de la superficie del sendero. Después de eso, el matraz se cierra herméticamente rápidamente. De manera similar, los rastros de olor se seleccionan de la superficie de la ropa, que se envía para su examen, así como de objetos voluminosos en los que hay huellas dactilares sutiles en forma de manchas.

Las huellas-fuentes del olor propio del objeto son objetos sólidos, sueltos y líquidos (sustancias), que difieren solo en que su información de olor refleja las propiedades propias del objeto y no contiene información sobre una persona. En la escena del incidente, tales objetos pueden ser todos los objetos (cuerpos) que el delincuente no tocó durante la comisión del delito (muebles, cosas, animales, insectos, plantas, drogas, productos farmacéuticos, productos de vino y vodka, alcohol ilegal, sustancias aromáticas, combustibles, lubricantes). La forma de trabajar con ellos en el lugar del siniestro y los medios técnicos utilizados son los mismos que se han comentado anteriormente.

Se pueden tomar varios contenedores de aire con rastros de olor de un objeto fuente debido a su propiedad de divisibilidad, lo que le permite usar repetidamente la misma fuente de olor para estudios repetidos o de control en varias etapas de detección e investigación de delitos.

Tratar con rastros de olor en la escena

Dichos rastros son muy inestables, se disipan rápidamente en el medio ambiente y, por lo tanto, rara vez ocurren en la práctica. La detección de tales rastros de olor todavía se lleva a cabo organolépticamente, y la eliminación se lleva a cabo de la manera descrita anteriormente. En este caso, es posible llevar la mezcla de gases a un recipiente lleno de agua: primero, un frasco, botella, matraz se llena con agua y se cierra.

En la habitación donde se debe seleccionar y conservar el rastro del olor, se introduce un recipiente y se vierte agua. El volumen liberado del plato llena el aire con las moléculas de la sustancia olorosa, que será una muestra (muestra) del rastro-olor conservado en este recipiente.

La detección de algunos rastros de olor se realiza mediante dispositivos técnicos, sin embargo, la práctica investigativa aún no cuenta con dispositivos especiales para establecer la presencia de rastros de olor humano en un determinado volumen de aire. Dichos dispositivos, obviamente, aparecerán pronto, y en el futuro no solo detectarán, sino que, probablemente, diferenciarán a una persona por rastros de olor.

El trabajo con objetos materiales, que son huellas-fuentes de olor y huellas-olores, desde el punto de vista procesal no contiene excepciones al procedimiento generalmente aceptado y se lleva a cabo con mayor frecuencia en el curso de acciones de investigación urgentes para establecer y consolidar las huellas. de un crimen Por lo tanto, cualquier actuación del interrogador o investigador para detectar, fijar, incautar y conservar rastros odorológicos debe quedar reflejada en el protocolo de la actuación investigadora correspondiente de conformidad con el art. 166 Código de Procedimiento Penal de la Federación Rusa. Las manipulaciones en la selección, conservación y embalaje de las huellas deben realizarse en presencia de testigos que acrediten, y es necesario prestar especial atención a esta acción, mostrarles el lugar y el método de detección de una huella y, en ocasiones, explicar la esencia de la acción y el propósito por el cual se incautan los objetos con rastros de olor.

El objeto-fuente de olor colocado en un recipiente o bolsa plástica es sellado por el investigador aquí en el lugar de la acción investigativa, lo cual se anota en el protocolo. Los objetos encontrados y conservados de esta manera con rastros de olor se almacenan en forma común con otros objetos incautados de la escena. En los casos en que sea necesario utilizarlos como fuente de información, deben ser cuidadosamente examinados, fotografiados si es posible, descritos en detalle en el informe de inspección y adjuntados al caso por una decisión especial de la persona que realiza la investigación, el investigador , el fiscal o una sentencia judicial (artículo 82 del Código de Procedimiento Penal de la Federación Rusa).

En consecuencia, los objetos descubiertos con rastros de un delito se convierten en fuente procesal de prueba luego de su examen e inclusión en el caso por una resolución especial. Por lo tanto, la remoción de rastros odorológicos de la escena no contradice los requisitos procesales. Si el investigador, durante la investigación, considera necesario utilizarlos como prueba, por ejemplo, para realizar un estudio químico de la huella del olor, está obligado a adjuntar al caso la fuente de olor conservada como prueba material y enviarla para examen. Tales exámenes no son infrecuentes hoy en día. Entonces, en casos de incendios, los objetos con rastros de olor a sustancias combustibles (trapos, estopa, trozos de madera, tierra) se envían para examen químico. Según algunos autores, lo mismo debería hacerse en los casos de utilización de rastros de olor conservados para la toma de muestras mediante un perro de servicio-búsqueda.

Técnicas para usar rastros de olor para buscar personas y cosas en persecución

La revelación de delitos en persecución es un complejo de medidas operativas y acciones de investigación realizadas tras la detección de signos de un delito. Una de las actividades importantes de este complejo es el uso de rastros-olores de una persona para buscar a un delincuente y otras personas relacionadas con el hecho delictivo. Este evento lo lleva a cabo un cinólogo especialista utilizando un perro de servicio de búsqueda.

Perro de búsqueda de servicio tiene buena vista, oído, fuerza física, resistencia, reacción defensiva. El sentido del olfato de un perro, especialmente uno especialmente entrenado, es un detector biológico de olores sin igual. Numerosos estudios experimentales, cuyos resultados se describen en la literatura, demuestran cuán finamente un detector de este tipo diferencia los olores.

Actualmente, los perros rastreadores se utilizan en la lucha contra el crimen en dos direcciones: en primer lugar, como biodetectores, para detectar y analizar rastros odorológicos, y en segundo lugar, para realizar otros trabajos, por ejemplo, para detener y escoltar a los delincuentes, mientras realizan el servicio de patrulla. realización de otras actividades operativas asociadas a un riesgo para la vida de un trabajador operativo.

En el primer caso, el uso de un perro sabueso tiene como objetivo realizar las siguientes tareas:

Al llegar a la escena, el investigador (oficial interrogador) debe recordar que los instrumentos del crimen, huellas, manos en los muebles llevan información odorológica, que rápidamente cambia y se disipa en el espacio. Por lo tanto, antes que nada, es necesario organizar el trabajo de un cinólogo con un perro de servicio para usar rastros de olfato para resolver un crimen. Al mismo tiempo, el investigador debe tener en cuenta que el uso incorrecto de un perro de búsqueda conduce en ocasiones a la pérdida de huellas traceológicas y otras, que a la vez son huellas-fuentes del olfato. Un animal puede pisotear o dañar parcialmente, por ejemplo, la huella de un zapato en suelo arenoso. El investigador, invitando al guía canino a ser el primero en pisar el lugar, debe instruirlo y observar sus acciones, marcar la ruta de su movimiento y dónde deja huellas.

Muy a menudo, el grupo de trabajo abandona la escena sin un cinólogo. En algunos casos, la necesidad de utilizar un perro de búsqueda surge durante la inspección de la escena después del descubrimiento de rastros-fuentes de olor. En tales casos, es necesario, sin esperar la llegada del cinólogo, garantizar la seguridad de los rastros de olor. Los objetos y cosas dejadas por el delincuente deben ser conservados, y de las huellas-fuentes de olor, el aire con moléculas de olor debe ser llevado a recipientes de vidrio o polietileno y sellados herméticamente. Las pistas en sí (no todas, pero varias) deben cubrirse con una pieza de madera contrachapada, cartón para evitar el movimiento del aire, ya que esto afecta la tasa de evaporación de la sustancia olorosa en la pista. El modelado volumétrico y la copia de trazas superficiales se lleva a cabo solo después de usarlos como fuentes de información odorológica.

El perro de servicio de búsqueda se utiliza con éxito para encontrar artículos pertenecientes al delincuente, la víctima, por ejemplo, armas de fuego y casquillos de cartuchos gastados, armas blancas. Muy a menudo, la necesidad de utilizar un perro de búsqueda para estos fines surge al examinar un área cubierta de abundante vegetación. El uso de un perro de búsqueda para buscar objetos y rastros que son fuentes de olor, por regla general, debe llevarse a cabo al final de la inspección, después de que el investigador (oficial de interrogatorio) fije todas las demás pruebas encontradas durante la investigación del situación. De lo contrario, no se puede descartar la posibilidad de daño a los trazos.

Durante la producción de acciones de investigación urgentes, se utiliza un perro de servicio para seleccionar cosas, organizar emboscadas, detener a delincuentes peligrosos, registrar locales (por ejemplo, perros especialmente entrenados buscan drogas con éxito), etc.

Selección

Se trata de una medida operacional-táctica para la utilización por parte de un especialista de un perro de servicio-búsqueda para el estudio de rastros de olor con el fin de establecer la fuente de su origen. Por un lado, el muestreo recuerda un poco a la identificación, pero no es identificación en el sentido procedimental ni reconocimiento en el sentido operativo, ya que la selección no la realiza una persona, sino un animal. Por otro lado, la muestra se asemeja al uso de un especialista en el uso de medios técnicos en el curso de una acción de investigación o una medida operativa. Sin embargo, de hecho, este no es el primero ni el segundo, sino algo tercero. Según algunos autores, el muestreo es una medida táctica para el estudio de las propiedades odorológicas de los objetos, cuando un especialista utiliza un detector biológico, en particular el olfato de un perro, como instrumento (herramienta técnica). El perro selecciona un objeto específico de la colección solo porque su olor es homogéneo con el olor del objeto que olfateó. El mecanismo de "comparación" de olores, llevado a cabo por el sentido del olfato de un perro, sigue siendo un misterio. Por lo tanto, la confiabilidad de los resultados de dicho estudio se verifica mediante experimentos repetidos con otros biodetectores, y los resultados del muestreo en sí se usan solo con fines operativos y organizativos.

Otros autores se refieren al muestreo como un examen odorológico basado en la individualidad y persistencia relativa del olor humano y utilizando el aparato olfativo de un perro rastreador como biodetector natural de olores. Sin embargo, debido a la falta de una teoría del olfato generalmente aceptada y la imposibilidad de verificar instrumentalmente los resultados de una muestra odorológica, se cuestiona la fiabilidad de la identificación humana por rastros de olor.

El muestreo como estudio se lleva a cabo con mayor frecuencia después de una inspección de la escena o algún tiempo después, cuando ya se han preparado las condiciones apropiadas. Para entonces, por regla general, ya se ha iniciado una causa penal y, además del examen, se han realizado otras actuaciones de investigación urgentes. La toma de muestra debe ser realizada por el investigador o por un operario en su nombre.

Uno debe estar de acuerdo con el grupo de científicos que se pronunció en contra de la toma de muestras de personas directamente. Siempre se puede tener un sospechoso o un imputado de acuerdo con el art. 202 del Código de Procedimiento Penal de la Federación Rusa, para recibir un objeto, cosa (pañuelo, guante, calcetín, etc.) como fuente de muestra de olor y realizar una muestra de cosas, lo que permite evitar excesos indeseables que se llevó a cabo en la práctica de muestreo de personas, para evitar la humillación de la dignidad humana del sospechoso, para garantizar el estricto cumplimiento del estado de derecho.

El tema de establecer objetos por el olor atrae la atención de científicos y profesionales. El significado de su decisión positiva está fuera de toda duda. En la actualidad, todo descansa en cuán fiables son las conclusiones científicas que se pueden obtener a partir de una muestra realizada por un perro de búsqueda.

Se ha comprobado que cada persona tiene un olor estrictamente individual. Y en este sentido, la tarea parece bastante correcta. La principal disputa, principalmente de carácter procedimental, surgió por la participación en el proceso de identificación por olfato de un biodetector-perro, cuyo comportamiento no siempre puede interpretarse sin ambigüedades. Por tanto, debe suponerse que de esta forma, el procedimiento y la metodología para establecer el origen del olor no pueden ser reconocidos como periciales, sino que deben ser considerados únicamente como una medida operativa, cuyos resultados no pueden tener valor probatorio en la vía procesal penal. sentido.

Desafortunadamente, una persona no puede participar directamente en este proceso, y esto resuelve la disputa a favor de los opositores al examen odorológico en este nivel. En principio, un examen odorológico es bastante aceptable (un método de investigación organoléptica), por ejemplo, al probar alimentos, vinos, perfumes, y la conclusión de dicho especialista bien puede usarse como evidencia forense. Sin embargo, en casos con rastros de olor que una persona no siente directamente, esta posibilidad, por supuesto, no se aplica.

La práctica conoce casos en los que los resultados de utilizar un perro en un caso particular dieron un resultado indiscutible y fueron utilizados en pruebas judiciales como fuentes de prueba. En cuanto a las perspectivas de desarrollo y establecimiento de esta experiencia, deben estar asociadas a la creación de detectores instrumentales que ya existen en la producción industrial y en los laboratorios analíticos, pero que aún no son aptos para fines forenses. Es interesante la idea de crear un detector biológico-instrumental complejo basado en la extracción de sustancias específicas (por ejemplo, por cromatografía) con su posterior determinación por un detector biológico (por ejemplo, un perro).

Véase también

Literatura

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