El culto a los antepasados ​​en la mitología mari

El culto a los antepasados  ​​( Lugovomar . Toshto eҥ, Toshto mariy - "anciano, gente mayor") - culto a los antepasados ​​y parientes fallecidos, creencia en la protección de los antepasados ​​fallecidos a parientes vivos, ritos propiciatorios realizados en honor a los antepasados ​​por miembros de la familia o colectivo afín.

El culto a los antepasados ​​se originó en las condiciones del sistema patriarcal-tribal . Basado en la fe en el alma del difunto, apoyándose en la autoridad y el poder patriarcal de los ancianos tribales , consagró las relaciones existentes en la familia y la comunidad tribal, fortaleció su unidad. Un lugar importante en la práctica del culto de Mari Tsemari estaba ocupado por la veneración de los muertos, que supuestamente continuaban viviendo en el otro mundo bajo la supervisión y guía del señor del inframundo Kiyamat Tor y sus asistentes Savus (mayordomo) y Kapka . Orol (guardia de la puerta).

Los muertos, dependiendo de la forma de vida en la tierra, podrían caer en el mundo de la luz (gente justa) o en la oscuridad (hechiceros malvados, ladrones, criminales, etc.). Ellos, según los creyentes, al mismo tiempo no rompieron el contacto con los familiares, los visitaron periódicamente y pudieron brindarles asistencia o, por el contrario, en caso de falta de atención, causarles daño.

En honor a cada persona fallecida, se realizó un velatorio los días 3, 7 y 40. En el día 40, en lugar del difunto, su adjunto ( Vurgem Chiyshe ) desempeñó el papel, quien cantó la canción favorita del difunto al despedirse y dio instrucciones a sus familiares. Se creía que todos los años, el miércoles anterior a Pascua y Semyk , los muertos visitaban a sus familiares, por lo que se realizaban conmemoraciones familiares y afines en su honor.

Los antepasados ​​tenían la capacidad de regular las relaciones familiares y comunitarias, establecer contactos con espíritus y deidades y ayudar a las personas en los asuntos económicos. Cada persona, según la edad, la proximidad a los antepasados, tenía una posición jerárquica estrictamente definida en la sociedad. Los ancianos, como sustitutos reales de los antepasados ​​en la tierra, gozaban del mayor respeto y honor. Los jóvenes estaban obligados a honrar a los mayores, a aprender de su experiencia mundana. Bajo la influencia de estas ideas, se consagraron normas jurídicas consuetudinarias, principios morales, reglas de conducta y etiqueta existentes en la sociedad.

Véase también

Notas

Literatura