Efecto auditivo de microondas o efecto Frey - Efecto que consiste en la percepción auditiva de la radiación de microondas . Los sonidos percibidos se originan directamente dentro del cráneo humano sin el uso de equipos radioelectrónicos adicionales .
El efecto fue registrado por primera vez por personas que trabajaban cerca de radares durante la Segunda Guerra Mundial , y los sonidos que percibían no eran audibles para los demás. Durante la Guerra Fría, este fenómeno fue explicado por el neurofisiólogo estadounidense Alan Frey ; su trabajo se publicó en el Journal of Applied Physiology en 1962 [1] . Al final resultó que, cuando la radiación de microondas pulsada o modulada se expone a áreas alrededor de la cóclea , es absorbida por los tejidos del oído interno , acompañada por su expansión térmica . Durante este proceso se generan ondas de choque , percibidas por una persona como un sonido que nadie más puede escuchar.
También se encontró que con una elección adecuada de la señal de modulación , es posible transmitir información a una persona en forma de palabras individuales, frases y otros sonidos. Dependiendo de los parámetros de la radiación, el sonido generado en la cabeza puede ser molesto, nauseabundo e incluso incapacitante. Se puede cambiar el volumen del sonido percibido, pero no se puede provocar un trauma acústico, ya que el tímpano no interviene de ninguna manera en el proceso.
En la Unión Soviética , también se llevaron a cabo estudios científicos de este efecto, por ejemplo, sobre la base del Centro Científico para la Investigación Biológica [2] de la Academia de Ciencias de la URSS.
El efecto auditivo de microondas tiene aplicaciones potenciales en audífonos , en la transmisión inalámbrica de información y en la creación de armas no letales . La investigación y la aplicabilidad están limitadas por los peligros potenciales de la radiación de microondas. Las aplicaciones en uso incluyen dispositivos espantapájaros y tomografía termoacústica , basados en el estudio de ondas acústicas resultantes de la expansión térmica localizada del tejido humano por microondas.
En 2008, la empresa estadounidense Sierra Nevada , basada en el efecto auditivo de microondas, desarrolló un sistema llamado MEDUSA (del inglés. Mob Excess Deterrent Using Silent Audio "un medio para frenar los excesos de multitudes utilizando un sonido inaudible") , lo que le permite generar en la cabeza "goles" un fuerte "grito" que desestabiliza su estado psicológico [3] .