La crisis de los siete años ( griego antiguo κρίσις - decisión, punto de inflexión) es una crisis en el desarrollo del niño que se produce cuando el niño pasa de la edad preescolar a la edad de la escuela primaria. La manifestación más llamativa de esta crisis es el deseo del niño de ser como los adultos, expresado en la imitación de sus acciones, manierismos. Durante este período, el niño comienza a formar un "yo" social. L. S. Vygotsky señala que un niño, al entrar en la crisis de los siete años, pierde ingenuidad y espontaneidad. [una]
Durante el período de transición de la vida preescolar a la escolar, el niño experimenta una orientación intensiva en el círculo de las relaciones sociales y objetivas, el desarrollo acelerado de la esfera operativa y técnica del niño y el rápido desarrollo de las habilidades cognitivas.
La situación social del desarrollo . Al ingresar a la escuela, el niño por primera vez se convierte en objeto de la actividad educativa, esta actividad es significativa para la sociedad y es evaluada por la sociedad. La interacción social "niño - adulto" se descompone en la interacción "niño - adulto cercano" y "niño - adulto social". El representante de la sociedad, con todos sus poderes, se convierte en maestro del niño. Es el portador de normas sociales, reglas, criterios de evaluación. El carácter público de las normas y requisitos dicta la obligatoriedad de su aplicación. La actividad principal de este período de edad es la educación. Asume que el niño debe dominar los métodos generalizados de acción en el sistema de conceptos científicos. [2]
Según D. B. Elkonin , la actividad educativa es tres veces social:
L. S. Vygotsky identificó varios rasgos que caracterizan la crisis de los siete años. [una]
La característica más esencial de esta crisis, según Vygotsky, es el comienzo de la diferenciación de los lados interno y externo de la personalidad del niño. Durante la crisis tiene lugar la formación final de la imaginación , el pensamiento figurativo, la memoria arbitraria y la atención. En este período, el niño construye para sí mismo un sistema mediante el cual determina qué es "bueno" y qué es "malo". Él construye este sistema sobre la base de factores ambientales externos, sus sentimientos internos y las relaciones sociales. El niño comienza a entender lo que es bueno y lo que es malo. A esta edad, la autoestima comienza a formarse, el niño se da cuenta de sí mismo como una persona separada no solo en la familia, sino también en la sociedad, es consciente de su lugar en la sociedad.
La crisis de los siete años es única, ya que es la única crisis de edad que está planificada por la sociedad. En otras crisis, el papel principal lo juega la resolución de contradicciones internas entre las capacidades crecientes del niño y su lugar en las relaciones sociales, que la sociedad ha determinado. En esta crisis de edad, el problema de la preparación psicológica y la adaptación del niño a la escuela es agudo. Hasta el 60% de los niños tienen un bajo índice de adaptación, dificultades de aprendizaje, no han dominado la nueva realidad social y necesitan la ayuda de psicólogos [3] [4] Si un niño se ve obligado a pasar del preescolar a la escuela, entonces desarrolla cuatro tipos de comportamiento desadaptativo: [5]